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Dicen que será el uno, que no habrá otro como él en 2023, que volverá a ser ese bateador temido, de mecánica perfecta, el mismo que espantaba a los lanzadores antes de 2022 y nadie lo duda, MLB Network lo ubicó en el puesto 12 entre los mejores jugadores de Grandes Ligas, pero todos saben que no pertenece allí y tal vez por ello, tal como lo cuenta MLB.com, Steamer pronostica una temporada con WAR de 7,1 y wRC+ de 171.

Con esos registros no habría discusión, Juan Soto sería el elegido y cinco años después de aquel debut pletórico en 2018, cuando dejó una hoja de corte de 292/406/517, pegando además  22 jonrones e impulsando 70 carreras, cinco años después de haber quedado segundo en la votación para el Novato del Año, se podría estar cumpliendo aquella especie de  profecía que dejaba entrever que el quisqueyano sería el nuevo fenómeno del béisbol.

El precedente

Sin embargo, en este punto, emerge el recuerdo bien fresco de la zafra anterior, su salida de Nacionales, la llegada  San Diego, el mal comienzo, el swing desajustado, la ansiedad desbordada, la falta de enfoque y en consecuencia la desconcentración; factores estos que sembraron dudas a pesar de mostrar otra cara en playoffs, pues de sobra era conocida su disciplina en el home, sus exigentes rutinas de modo general.

Mirando en perspectiva, no fue un mal año,  en 153 partidos dejó una hoja de corte de 242/401/452, con 27 jonrones y 62 carreras impulsadas; números buenos para cualquiera, pero era Juan Soto, el que bateaba para más de 300 en sus primeras cuatro temporadas, el que no creyó en el pitcheo de Astros en la Serie Mundial de 2019 y con solo 20 años refrendó aquello de lo que todos hablaban, una nueva época, la de Soto estaba empezando en Grandes Ligas.

Soto vs Soto

Así volvemos al punto, nos adentramos en la nueva campaña de 2023, la misma que se apresta a comenzar el venidero 31 de marzo y que bien puede ser consagratoria para Juan Soto. No obstante en medio de las altas expectativas, una especie de patrón se impone y es que a sus 23 años, Juan Soto deberá enfrentar a su peor enemigo y dominarlo y será clave…

Usted se preguntará, ¿ cuál enemigo?, es simple, él mismo, o sea Juan Soto contra Juan Soto, contra los egos, las ínfulas solapadas, la presión sigilosa, el hecho de retomar el enfoque de antaño, solo béisbol y nada más, entonces de seguro al final, allá por octubre o noviembre podríamos estar hablando hasta de MVP, del más rotundo éxito y esa es la idea.