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Durante el primer mes y medio de la anterior campaña en Grandes Ligas, muchos pensamos que los Angelinos de Anaheim cambiarían ese nefasto guion que han escrito en las primeras décadas del presente siglo, pues precisamente, 20 años después de aquel título de Serie Mundial en 2002 ante los Gigantes de San Francisco, los californianos arrancaban de un modo avasallador, como no había ocurrido desde aquella zafra de 2015, la única vez que habían asistido a playoffs en este lapso de tiempo.
Para ese entonces, ya no estaba Mike Scioscia y de la mano de Joe Maddon, las cosas parecían funcionar, pero no, aquello fue un espejismo, de a poco, las aguas tomaron su nivel y la trama volvió a los mismos patrones de antes, ello a pesar de tener en sus filas a dos de los mejores bateadores del béisbol, Shohei Ohtani y Mike Trout.
Otra decepción, fue así y la crisis alcanzó tal dimensión que hasta emergieron rumores de una posible venta por parte de su propietario Arte Moreno.
Una buena noticia
Sin embargo, en medio del caos, tras bambalinas, una noticia emergió para darle un tono diferente a la temporada…
Fue en verano, a comienzos de julio, cuando en la tercera ronda del Draft, los Angelinos seleccionaron a Ben Joyce, un prospecto de la Universidad de Tennessee del cual todos hablaban maravillas por la facilidad con la que sobrepasaba las 100 millas con su bola rápida.
Tal como lo contaron MLB Pipeline y Baseball America, Joyce registró incluso hasta 105.5 millas por hora, pero con total normalidad lanzaba constante sobre las 100 y las 101 millas.
La figura
The Orange County Register relata que para ese entonces, a sus 21 años, el oriundo de Xnoxville, llegaba con una hoja de servicios impresionante tras su paso por el béisbol universitario. Al momento del Draft, Ben Joyce registraba 27 salidas, en las que legaba una forja de 2-1, con una efectividad de 2,23 y 53 ponches en 32 tramos de labor.
En Anaheim no perdieron tiempo y al momento enviaron a Joyce a doble A, instancia donde trabajó durante 13 partidos, ostentado una marca de 1-0, con 20 ponches en 13 entradas y un promedio de limpias de 2,08.
El talentoso lanzador, refrendaba su condición desde la lomita, al punto que cerró el 2022 como el prospecto número 12 de la franquicia.
El posible debut que amenaza un récord
Con el 2023, llegó un nuevo febrero y con febrero llegaron otra vez los Entrenamientos de Primavera y justo al instante de escribir este texto, Ben Joyce se encuentra en el campamento de los Angelinos para ver acción en el Spring Training.
Será una de los rostros a seguir no solo en estos días finales del segundo mes del año, también en marzo y en general, durante todo el año, pues la mayoría de los reportes indican que en algún instante de la temporada puede ser llamado al primer equipo.
¿ Llegará una nueva marca?
En este punto, un elemento de peso trasciende y es que llegado el momento de su debut, los ojos de los fanáticos y especialistas estarán puestos en aquella marca que impuso el cubano Aroldis Chapman en 2010, hablamos del vigente récord de velocidad en Grandes Ligas, 105.8 millas por hora.
Parece de locos, pero no, Ben Joyce apunta en serio para alcanzar las 106 millas e incluso, hasta aquellas 108 que según dicen alcanzó Nolan Ryan en su momento de gloria. La expectativa es inmensa, esperemos a ver que pasa.
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