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No será un juego cualquiera, de hecho, nunca lo ha sido y por ende, ya en instancias de un Clásico Mundial de Béisbol, un duelo entre Dominicana y Puerto Rico siempre es un duelo a muerte. Esto se sabía, incluso antes de correrse las cortinas del grupo D en la quinta edición del magno evento beisbolero a nivel de selecciones. Por un lado estaba ese juego inicial entre quisqueyanos y venezolanos, por el otro, el calendario reservaba para el final el nuevo cara a cara entre boricuas y dominicanos.
Será mañana 15 de marzo, a las 19 horas de Dominicana y allá en el LoanDepot Park de Miami, las dos escuadras criollas se jugarán el pase a cuartos de final frente a su sempiterno rival.
El contexto
Por esos vericuetos del destino, el hilo de los acontecimientos propició que tras la victoria criolla frente a Israel, ambas selecciones llegaran a este día D con marca idéntica de 2-1, y una misión insoslayable, ganar.
Las derrotas ante Venezuela, 1-5 en el caso de Dominicana y 6-9 por parte de Puerto Rico, dichas derrotas dejaron la escena lista para lo que bien pudo ser una final adelantada como aquella de 2013.
Esta será la quinta ocasión que estas novenas se midan en Clásicos Mundiales y en el global, la tropa de Rodney Linares marca la diferencia con forja de 3-2.
Algo de historia
En la memoria popular están bien frescos los recuerdos de aquel primer juego en 2006, cuando los puertorriqueños aprovecharon la localía para vencer 7-1 a los nuestros en la grama del Hiram Bithorn allá en San Juan; como las tres victorias dominicanas en 2013, incluyendo el 3-0 durante el partido por la medalla de oro.
Ya en 2017, durante la cuarta edición, Puerto Rico se impuso 3-1 en el primer desafío de la segunda ronda y este precisamente es el antecedente más cercano rumbo al encuentro pautado para este miércoles en Florida.
Vale resaltar, que al momento de escribir este texto, Venezuela aseguraba el primer lugar de la llave tras su victoria 4-1 frente a Nicaragua, pues en el caso hipotético de una derrota frente a Israel, los morochos terminarían con marca de 3-1 y solo podrían ser alcanzados por los boricuas ( 2-1) o los dominicanos ( 2-1), pero al vencer a cada uno en los duelos respectivos, los dirigidos por Omar López se afianzan como líderes.
Misión Puerto Rico
Por la razón antes señalada, Dominicana debe resignarse a ocupar la segunda plaza pero para ello, debe vencer el duro escollo que representan Francisco Lindor, Javier Báez y el resto de los pupilos de Yadier Molina.
En este sentido, el mencionado Rodney Linares reafirmó su apuesta por el veterano Johnny Cueto, quien regresará al montículo como abridor en un Clásico Mundial, catorce años después de aquella victoria contra Panamá en 2009.
Cueto tendrá la responsabilidad de al menos avanzar cuatro o cinco entradas buen nivel, dejándole la escena lista al cuerpo de relevistas.
Batear: el factor X
Un factor primordial estribará en saber aprovechar los primeros innings del abridor puertorriqueño, Dominic Hamel y para ello será indispensable un rol protagónico del bateo y obviamente de figuras como Juan Soto, Julio Rodríguez y Manny Machado, además del valor añadido de otros como Jean Segura o el mismo Nelson Cruz.
Lo importante ahora no es estar pensando en posibles rivales en la siguiente ronda, que si México o Estados Unidos, no, el gran objetivo es ganar y avanzar, ya en cuartos es otra historia.
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