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Cuando un jugador de béisbol conecta su primer jonrón en las Grandes ligas, lo más común es que quiera coleccionar esa pelota. Al fin y al cabo, se trata de uno de los momentos más bonitos de su carrera, es la confirmación de haber llegado a la cúspide y de haber bateado el más disfrutable de todos los tipos de conexiones que existen con el madero. Sin embargo, en Fenway Park eso es bien diferente.

Salvo marcadas excepciones, toda bola que abandona el parque en el mítico estadio de los Medias Rojas de Boston acaba perdida para siempre. Sí, literalmente perdida, puesto que más nunca se vuelve a ver aquella esférica. Es justo esto lo que ocurrió con el vuelacerca de estreno de la estrella japonesa Masataka Yoshida, pero la cosa no acaba allí.

Ayer cuando el hábil bateador zurdo sacó la bola dándole para la banda contraria y superando el monstruo verde, había esperanzas de que se pudiera recuperar el famoso souvenir. Era un instante emotivo, puesto que se trata de una interesante figura que podría trascender en el futuro y dejar su nombre por mucho tiempo grabado en la memoria de los fanáticos, sobre todo en la de los Red Sox.

La pelota sí se encontró, pero…

Según nuevos reportes, la bola que atacó Yoshida ante los Piratas de Pittsburgh sí se halló, mas algo insólito aconteció. Los fanáticos que se hicieron con ella decidieron conservarla para sí mismos, como sabiendo que puede tener un enorme valor en el futuro. Incluso, se dice que los Medias Rojas ofrecieron dinero por el objeto, aunque todo intento fue infructuoso.

Es esto raro porque no se trata de un implemento realmente especial, no es un récord ni nada parecido. Aun así, parece que hay gente que aprecia lo suficiente al jardinero nipón como para guardarse algo suyo.