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El nombre de Luis Barrera ha sonado mucho últimamente. Y no es para menos. Poco a poco, con su estilo de juego, su velocidad, su pimienta, se ha ganado el puesto como primer bate de los Tigres del Licey.

Este lunes estaba abriendo la alineación azul y jugando en el jardín derecho y comenzó el juego con una línea ofensiva de .343/.410/.448. Esta notación dice lo bien que lo ha hecho.

“Me siento bien, gracias a Dios”, dice el jardinero. “Lo que trato es de hacer mi trabajo cada vez que vengo al estadio”.

Todo esto es producto del trabajo. “Yo me he mantenido haciendo mi rutina, en lo mío, concentrado”.

Tiene ya dos años jugando en las mayores. Debutó en la MLB el 19 de mayo de 2021. “Oye, eso fue una experiencia única. De verdad que nunca olvidaré es primer día en el estadio. Fue algo increíble”, suelta al rompe.

En 2022 también tuvo la oportunidad de estar presente en 32 juegos con los Atléticos de Oakland. Allí pudo consumir 77 turnos, conectar un cuadrangular y remolcar siete carreras. Además, sus promedios ofensivos fueron .234/.294/.338. El 10 de octubre de este año lo dejaron libre.

“Ahí estamos, trabajando para buscar las oportunidades”, explica. “Uno solo puede controlar lo que puede controlar. Las demás cosas llegan solas”.

Lo bueno del Licey, para él, es que puede aprender de muchos peloteros. Los Tigres son una escuela. “Recibo ayuda de muchos de ellos”, concreta. “Yo escucho lo que me dice Nomar Mazara, Emilio Bonifacio, Mel Rojas… Todos esos tigres veteranos que están aquí me han ayudado mucho y me siento agradecido por eso”

Hace poco, Barrera tuvo un tiempo sin ver acción. “Sí, tuve una pequeña molestia en el cuello, pero esto ya pasó y estamos bien. Ya se me quitó y estamos jugando al 100 (por ciento)”.

Las nuevas integraciones del Licey lo hacen un equipo más robusto. Ya para esta semana se agregó al roster de 50 Nomar Mazara y Jorge Alfaro. “Para mí es importante que ellos esté aquí. Ellos siempre tendrán aquí las puertas abiertas. Esos tigres son veteranos, han jugado en Grandes Ligas y estoy orgulloso de eso, en verdad”.

Su versatilidad le permite jugar en los tres jardines, pero ¿cuál es su posición favorita?

“Bueno, como te digo, yo juego donde me pongan”, declara. “Me gusta jugar en los jardines, pero prefiero el centerfield porque me gusta correr mucho y esta posición se adapta más a mi estilo de juego”.

Ahora que están a final de temporada, que él ha podido saborear lo que es jugar con el estadio vacío y lleno, cabe conocer su parecer al respecto.

“La cosa no cambia nada”, afirma. “Nuestros fanáticos están siempre ahí. Licey y Águilas es algo especial, porque está la pasión y eso te inspira. Cuando el estadio está lleno uno se siente mejor”.

Ya era hora de entrar al dugout y, además, una leve llovizna comenzaba a caer. Luis tomó prácticas en el primer round y luego se fue alistar para el juego. Tenía otro compromiso y quería ponerse ready, como él mismo dice.