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Bélgica estaba obligada a levantarse de la derrota sufrida en la primera jornada y vencer a Rumanía para mantener vivas sus aspiraciones de avanzar a octavos de final. Y así lo hicieron. Los goles de Youri Tielemans al inicio del partido (2′) y Kevin De Bruyne cerca del final (80′) sellaron una victoria innegociable para los belgas.

Conscientes de la importancia del partido, el equipo dirigido por Domenico Tedesco, que realizó varios cambios respecto a la primera jornada, no tardó en tomar ventaja. En el minuto dos, tras varios amagues de Jeremy Doku y una descarga perfecta de Romelu Lukaku, Tielemans definió con precisión con un disparo raso. Este cambio en el once inicial rápidamente justificó la decisión del seleccionador.

Durante la primera mitad, Rumanía no encontró la manera de hacer daño a Bélgica. Cada vez que intentaban presionar alto o dejaban espacios a la espalda de su defensa, las rápidas transiciones belgas resultaban letales.

Kevin De Bruyne, el líder en la segunda parte

En la segunda mitad, Rumanía adelantó sus líneas en busca del empate y estuvo cerca de conseguirlo. Dennis Man, desde la derecha, probó con tiros lejanos y desmarques entre el central izquierdo y el lateral, generando bastante peligro y encontrándose en dos ocasiones solo ante Koen Casteels, quien logró detener ambos intentos.

Con más espacios entre líneas, emergió la figura de Kevin De Bruyne. Primero con dos disparos: uno que obligó a intervenir al portero rumano Florin Niță y otro que rozó el palo. Luego, con un pase preciso a Doku que este erró por centímetros. Finalmente, en el minuto 80, De Bruyne sentenció el partido al aprovechar un despeje largo de Casteels que un defensor rumano peinó mal, dejándolo solo ante Niță, a quien batió con un sutil toque de puntera.

La maldición goleadora de Lukaku

Romelu Lukaku estuvo activo durante los 90 minutos, siendo un constante incordio para la defensa rumana, que no pudo detenerlo. Asistió en el primer gol, ganó todos los duelos aéreos e incluso anotó un gol. Sin embargo, al igual que contra Eslovaquia, su tanto fue anulado por un fuera de juego milimétrico.

Bélgica, con esta victoria, mantiene sus esperanzas de clasificar a los octavos de final, dependiendo de ellos mismos en la última jornada.