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En el cierre de la primera jornada de la Eurocopa el plato fuerte era el debut de la Portugal de Cristiano Ronaldo, una de las selecciones candidatas a llegar lejos en el certamen. Enfrente estaba República Checa, de muy buen torneo anterior (llegó a cuartos de final) y que quería dar la sorpresa. Le costó muchísimo, pero finalmente se dio la lógica y los lusos vencieron 2-1 sobre la hora en el Red Bull Arena de Leipzig.

En un primer tiempo donde Portugal tuvo mucho la pelota ante un rival que buscó cerrar espacios, las chances claras llegaron recién sobre la media hora de partido. Y fue Cristiano, en el comienzo de su sexta Eurocopa, el que tuvo la oportunidad de abrir el marcador. No obstante, Jindrich Stanek tenía otros planes: el arquero checo salió rápido y le ahogó a CR7 el grito de gol con una gran tapada.

El conjunto portugués continuó yendo en busca de la apertura, pero a diferencia del cierre de la primera parte las chances no llegaron y la desesperación aumentaba. Para colmo, en su primera aproximación República Checa fue pura eficacia: Lukáš Provod recibió de Vladimir Coufal y sacó un disparo colocado espectacular para poner el sorprendente 1-0 a favor de la selección checa.

Sin embargo, el empate no tardó demasiado en llegar, lo hizo al 69′, tras un autogol en una jugada en la que Nuno Mendes remató de cabeza por izquierda un centro elevado al área, el portero rechazó pero rebotó el balón en el central Robin Hranac que terminó por mandar la pelota a sus propias redes.

Luego, Diogo Jota anotó y celebró eufórico pues significaba el triunfo, pero el VAR le ahogó el festejo y los tres puntos por fuera de juego, aunque luego un centro por izquierda de Pedro Neto golpeó a Hranac, quien dejó viva la pelota para que Francisco Conceicao empujara y marcara el 2-1 decisivo.

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