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Han pasado ocho años y en el recuerdo tal parece que ha sido mucho tiempo, demasiado quizás; diez, doce, veinte años tal vez, podrían asociar muchos y es que, de lo ocurrido en aquella Copa del Mundo de Voleibol, solo quedan sutiles flashazos en la memoria.

Fue allá en el Lejano Oriente, cuando otra vez en Japón se dieron cita lo que más brillaba por aquel entonces dentro del deporte de la malla alta y allí estuvieron las Reinas del Caribe.

Tres años después de aquel histórico quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, el combinado criollo desplegó su arsenal en suelo asiático para concluir en el séptimo puesto de aquel certamen.

La figura

En aquellas jornadas, el deporte de la malla alta conoció de la clase de Niverka Marte, una joven acomodadora de apenas 25 años, que tras iniciar como atacante, decidió cambiar de rol y allí en Japón acabó erigiéndose como la mejor pasadora del evento.

Luego de vivir a las sombras de figuras como Karla Echenique, Marte daba el gran salto en su carrera, afianzándose desde aquel instante como una de las lumbreras en su posición sobre todo en el área NORCECA.

Con el paso del tiempo, a la vez que Niverka descollaba en sus estudios de diplomacia en Suiza, resaltando como una connotada políglota, también sumaba experiencia en importantes circuitos del voleibol internacional, dígase Francia, Turquía y Perú.

El presente

Al momento de escribir este texto, justo cuando las Reinas del Caribe han comenzado su andar en la quinta edición de la Liga de Naciones de Voleibol Femenino y son más las dudas que las certezas respecto a una posible clasificación a la fase final del certamen debido al inestable rendimiento de las nuestras; cuando esto pasa, las miradas de buena parte de la fanaticada y de los especialistas se posan en Marte.

Y sí, por un lado, está el entrenador Marcos Kwiek, así, como inerte, carente de ideas, dando la impresión de estar obsoleto, por un lado, está Kwiek, pero de igual modo en lo que a dinámica de juego se refiere, Niverka también acapara titulares.

Los hechos exponen la cruda realidad

Que si es la capitana y no tiene liderazgo, que si ha perdido facultades y no lee bien los hilos del juego, que si los pases son muy malos y obligan a entrar muy forzadas a Gaila y a Brayelin, que si el voleo es deficiente, que si esto y aquello y lo otro y así, la noción del fiasco se exacerba, pero Niverka sigue allí, mientras desde la banca Yokaty Pérez mira en espera de una oportunidad y al unísono la talentosa Ailyn Liberato toca a las puertas del equipo grande.

Tras comenzar la segunda semana de competencia en la actual edición de la Liga de Naciones, el elenco antillano ha visto reducida su posibilidad luego de par de derrotas frente a Polonia e Italia y esta perspectiva nefasta se agudiza de cara al Preolímpico de China en septiembre.

En este contexto, se buscan culpables, unos hablan del mismo Cristóbal Marte, otros de Kwiek y del equipo en general, sin embargo, una idea comienza a tomar forma y es esa que expresamos de modo conciso… ¿es Niverka Marte el gran problema de las Reinas del Caribe?