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Brilló como nunca en el último Mundial y los hechos en el taraflex, refrendaron esa idea que si Dominicana pasó a segunda ronda fue en buena medida gracias a su impacto en el taraflex durante aquellos días difíciles, allá en Polonia y Países Bajos.

Había sido brillante en los Centroamericanos de Barranquilla, también los Panamericanos de Lima y en Tokio, durante las Olimpiadas, le mostró al planeta entero, destellos de su notable clase, sin embargo, fue en el Mundial, cuando Gaila González dio al salto de calidad que tanto llevaban esperando fanáticos y especialistas.

La figura en contexto

Con ese aval llegó a la quinta edición de la Liga de Naciones de Voleibol y en el comienzo, cuando las criollas perdieron contra Japón y Brasil después apenas le ganaron de modo agónico a Canadá en Hong Kong…Gaila fue blanco del escarnio, de las críticas más duras.

Se hablaba de Marcos Kwiek y de Niverka Marte, pero al final, siempre se hacía alusión a González, que si estaba desmotivada, que si su andar con el Dinamo Kazán en la Liga Rusa le había pasado factura, que si la presión la sometía y así, toda una sarta de hipótesis y teoría se elucubraron al respecto, pero ella allí, sonriente, elegante, tan ella siempre, dejando que el tiempo dictara sus pautas y así fue.

La reivindicación

Si hoy, se sigue comentando sobre ese cierre espectacular de las Reinas, con esas dos victorias frente a China y Serbia, si hoy ocurre esto es porque ese 30 de junio, Gaila se reivindicó en la cancha, anotándole 35 puntos a las asiáticas y 27 a las balcánicas.

Era su hora y en la milenaria urbe surcoreana de Suwon, la “zurda de oro” fue al menos en ese instante la mejor jugadora del mundo y sí, no creyó incluso que al frente, llegara a estar la mismísima Tijana Boskovic.

Números y un poco más

Con sus 35 puntos ante China, Gaila se convirtió en apenas la tercera opuesta en superar las 30 unidades en el certamen y no solo eso, tras concluir la fase clasificatoria, la antillana culminó segunda en puntos con 240, quinta en ataque con 197 tantos y también quinta en servicio con 14.

Exorcizó sus demonios, disipó todas las dudas como las grandes figuras suelen hacer a base de aplomo y mucho coraje encima del taraflex y en este minuto, cuando las Reinas se aprestan a pugnar por la sexta corona en Juegos Centroamericanos y en septiembre irán por un boleto olímpico, la impronta que va dejando Gaila González es una razón más que suficiente para soñar.