Your browser doesn’t support HTML5 audio

Es parte del sentido de la vida para la gente de allí, de hecho, desde aquel día a mediados de julio de 1933, cuando de acuerdo con los anales de la época tuvo lugar su fundación, desde ese entonces, el amor por esa camiseta ha sido parte de la identidad casi un  patrimonio cultural de esa ciudad.

Cuatro meses después de que Franklin Delano Roosevelt asumiera como presidente de Estados Unidos, mientras la nación se adentraba en el ocaso de la llamada Gran Depresión, un consorcio encabezado por Bert Bell y Lud Wray sienta las bases de lo que conocemos hoy como Philadelphia Eagles.

Algo de historia

Y al hablar o escribir de Philadelphia, resulta imposible no evocar el pasado y al momento se impone un viaje en el tiempo que nos lleva hasta aquellos días a finales del siglo XVIII, cuando surge la gran nación que conocemos hoy, luego de firmada la Declaración de Independencia de las 13 colonias.

El deporte no ha escapado a la influencia de esos valores genuinos que se consolidaron en la sociedad estadounidense desde aquel momento. La victoria, la derrota, el éxito, la honestidad han sido elementos de arraigo vinculados al béisbol, al baloncesto y también al fútbol americano y por ende a los Philadelphia Eagles.

Un sello muy particular

Se hablan de los Philies, también de los Sixers pero los Eagles han logrado coexistir en el tiempo con estas disciplinas hasta imponer un sello propio, al punto que desde aquel lejano verano, hace ya casi 100 años la fanaticada del elenco de la División Este en la Conferencia Nacional es considerada por especialistas como una de las más fieles en  la NFL y en el deporte de Estados Unidos en general.

Esto que hablamos respecto a la fidelidad y al fuerte arraigo de los fanáticos respecto a los Eagles lo podemos ver en el filme de 2012, El lado bueno de las cosas, el mismo donde el protagonista, Pat Solitano, intenta recomponer su vida en base al amor que siente por la camiseta de su equipo favorito… los  Eagles.

Cuestión de identidad 

Cuentan incluso que ha emergido hasta una especie de leyenda urbana en la cual, la estatua del legendario Rocky Balboa, otros de los íconos de Philadelphia hace como celoso guardián de todo lo que tiene que ver con la gente de allí, incluidos los Eagles y en este punto se aseveró que la derrota de los Vikings en el Juego de Campeonato de la Conferencia Nacional en 2018 se debió al hecho de que sus aficionados se burlaron del monumento y cinco años después, todo apunta a que la mala suerte ha tocado a San Francisco 49ers y los New York Giants.

De igual modo se dice que el júbilo que se vivió aquel día, cuando la victoria en el Super Bowl LII  ante los Patriots, fue algo único, a la altura de la celebración por un anillo de Serie Mundial o de NBA,  no solo era la venganza de lo ocurrido en 2005, era quizás el justo premio a tantos años de historia y el guion, bien se pudiera extender este domingo ante los Chiefs.