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Carlos Alcaraz ha hecho historia al convertirse, con tan solo 21 años, en el decimotercer jugador de todos los tiempos en ganar consecutivamente Roland Garros en tierra batida y Wimbledon en hierba en la misma temporada. Dos superficies muy distintas, casi como deportes diferentes, conquistadas en menos de dos meses.

Siguiendo los pasos de leyendas como Rafa Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer y Bjorn Borg, el excepcional jugador español se ha convertido en el noveno profesional en defender su título en Wimbledon. Alcaraz acumula logros a una velocidad impresionante, normalizando lo que solo está reservado para unos pocos elegidos.

En su mejor forma, Alcaraz se muestra invencible, dependiendo únicamente de sí mismo. Con la experiencia adquirida en 2024 y la constante progresión en los últimos doce meses, llegó a la cancha central del All England Club como si fuera el jardín de su localidad natal, El Palmar. Llena de confianza y ambición, arrasó a una leyenda, un heptacampeón del evento con 24 títulos de Grand Slam, Novak Djokovic, quien comparte este récord con la australiana Margaret Court.

Alcaraz, a sus 21 años y como número 3 mundial, aplastó a Djokovic, de 37 años y número 2, con un marcador de 6-2, 6-2 y 7-6 (4) en 2 horas y 26 minutos. A pesar de un poco de drama en el final del partido, cuando no pudo concretar tres puntos de partido, finalmente se impuso en el ‘tiebreak’, mostrando su calidad de supercampeón.

Esta victoria maquilló el marcador, aunque sigue siendo una de las derrotas más contundentes para Djokovic en Wimbledon y en torneos de Grand Slam. Solo logró ganar 10 juegos, su peor rendimiento en este torneo, y todo terminó rápidamente después de que Alcaraz se llevó un juego inicial de 13 minutos en su quinto punto de ‘break’, anticipando el recital que vendría.

Un Alcaraz envalentonado se enfrentó a un Djokovic que vive una realidad diferente, llegando al torneo un mes después de una operación de desgarro meniscal en la rodilla derecha. Su talento y resiliencia, además de un cuadro favorable que le otorgó una ronda gratis por la lesión de Alex de Miñaur, le permitieron llegar a la final.

Pero frente a Alcaraz, un oponente incomparable, Djokovic se encontró con un ritmo y aceleración de pelota excesivos para sus capacidades de movimiento, aún limitadas. Alcaraz dominó cada centímetro del césped, implacable en el ataque y una muralla en defensa.

La diferencia entre ambos fue abismal, nada que ver con las casi cinco horas y cinco sets de 2023. Alcaraz mostró una concentración y efectividad superiores, sin lujos innecesarios, mientras que Djokovic se vio condicionado por problemas de apoyo y desplazamiento.

Esta fue la segunda peor derrota de Djokovic en 37 finales de Grand Slam, anotando solo ocho juegos, uno más que contra Rafa Nadal en Roland Garros 2020. Desde su debut en esta categoría de eventos, Djokovic no había sufrido una derrota tan contundente desde que fue apabullado por el ruso Marat Safin. Esta vez, Alcaraz igualó su historial personal contra Djokovic, dejando el marcador en 3-3.

Alcaraz es una garantía en las finales de Grand Slam, habiendo ganado todas sus finales, un 4 de 4 que solo han logrado ocho tenistas en la historia. En la era profesional, solo Roger Federer ha logrado lo mismo.

Con títulos en el US Open 2022, Wimbledon 2023, Roland Garros y Wimbledon 2024, Alcaraz es una joya sub-21 que buscará el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. Su objetivo es volver a Roland Garros, persiguiendo tanto el oro individual como el icónico título olímpico en dobles junto a Rafa Nadal.

Alcaraz ha ganado su decimoquinto título profesional, el tercero de la temporada después de Indian Wells y Roland Garros, y un premio de 2.700.000 libras, unos 3.2 millones de euros. Está disfrutando del momento, liberado tras una lesión en el antebrazo en primavera, y desea más éxitos.