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A pesar de enfrentar vómitos en el último set, Etcheverry demostró una increíble resistencia y se medirá ahora con Alexander Zverev. Mientras tanto, Báez tuvo que abandonar su partido por ampollas.El Abierto de Estados Unidos fue escenario de un enfrentamiento cargado de emociones y dramatismo en la segunda ronda, cuando Tomás Etcheverry logró superar a su compatriota Francisco Cerúndolo en un épico duelo a cinco sets. A pesar de las adversidades, incluyendo vómitos en el decisivo último set, Etcheverry se impuso con un marcador de 6-3, 4-6, 6-4, 1-6 y 6-3 tras más de cuatro horas de intensa batalla bajo el abrasador sol neoyorquino.

El encuentro, disputado en la cancha central de Flushing Meadows, mostró a dos jugadores argentinos en busca de un lugar en la siguiente ronda. Etcheverry comenzó el partido con una destacada actuación, llevándose el primer set con relativa comodidad. Sin embargo, Cerúndolo respondió en el segundo set, aprovechando un bajón en el rendimiento de Etcheverry para empatar el partido.

El tercer set fue otro duelo de fuerzas, con Etcheverry recuperando su nivel para tomar una ventaja de dos sets a uno. El cuarto set mostró un cambio dramático cuando Cerúndolo, impulsado por la fatiga evidente en su rival, aprovechó las debilidades de Etcheverry para igualar el marcador y forzar un decisivo quinto set.

En el quinto set, el partido tomó un giro inesperado. Etcheverry, claramente afectado por el agotamiento y la deshidratación, comenzó a mostrar signos de malestar físico, incluyendo episodios de vómitos. A pesar de estas dificultades, el platense mantuvo su concentración y determinación, logrando superar el desafío y cerrar el set final con un 6-3 que le aseguró el pase a la tercera ronda.

El triunfo de Etcheverry es particularmente significativo dado el intenso calor y la exigencia física que caracterizó el partido. Ahora, el platense se prepara para enfrentarse al alemán Alexander Zverev, en una nueva batalla en el US Open.

Por otro lado, en una jornada cargada de emociones, el compatriota Sebastián Báez tuvo que abandonar su partido ante el británico Cameron Norrie debido a ampollas que le impidieron continuar. Esta baja inesperada dejó a los aficionados argentinos con una sensación agridulce, mientras se despiden de Báez en esta edición del torneo.

La victoria de Etcheverry no solo destaca su habilidad y tenacidad, sino también la fortaleza mental necesaria para triunfar en el alto nivel del tenis profesional. Con un futuro prometedor en el torneo, el platense espera continuar su ascenso en el US Open y enfrentar a los desafíos que se presenten en el camino hacia el título.