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Brian Keefe asumió el cargo de entrenador de los Washington Wizards en enero pasado, y después de unos primeros meses de adaptación, este año tendrá la oportunidad de liderar al equipo de manera definitiva. Su desafío principal será manejar una plantilla notablemente joven, llena de talento y potencial, pero que también requerirá un enfoque disciplinado y meticuloso para desarrollar esas habilidades al máximo. Keefe, sin embargo, parece tener un plan claro para enfrentar este reto.

Establecer buenos hábitos es lo primero,” comentó Keefe en una entrevista con Chase Hughes, periodista de Monumental Sports. “El año pasado lo vimos con Bilal Coulibaly. Es crucial enseñar hábitos profesionales y cómo se trabaja en la liga. La única manera de mejorar es siendo constante en el trabajo y en todo lo que haces. Ese será nuestro objetivo número uno con los jugadores jóvenes.”

Uno de los focos principales de Keefe es Alex Sarr, la selección número 2 del último draft. El entrenador ve en él un jugador con el potencial de convertirse en un anotador versátil desde cualquier punto de la cancha. “Tiene la capacidad de anotar desde cualquier zona, pero lo que realmente me impresiona es su inteligencia en el juego y su habilidad para crear jugadas,” señaló Keefe. “Es un pasador natural, por lo que queremos que tenga mucho tiempo el balón en sus manos, para que pueda generar tanto para sí mismo como para sus compañeros.”

Otro joven talento que Keefe tiene en la mira es Carlton Carrington, seleccionado en la posición 14 del draft. El técnico planea asignarle un rol flexible en el backcourt, permitiéndole libertad para manejar el balón y tomar decisiones. “Vamos a darle la oportunidad de jugar sin una posición fija, manejando el balón y creando jugadas. Creemos que es un base capaz de generar tanto para él como para otros, y además es un buen reboteador que puede iniciar el juego en transición,” explicó Keefe.

Keefe también ha enfatizado la importancia de un enfoque integral en el desarrollo de los jóvenes jugadores, no solo en términos de habilidades en la cancha, sino también en su preparación mental y su capacidad para enfrentar los desafíos que la NBA presenta a diario. “No se trata solo de mejorar en los entrenamientos, sino de ser profesional en todo lo que haces, desde la nutrición hasta el descanso,” añadió Keefe. “Queremos construir una cultura en la que nuestros jóvenes entiendan que el éxito en esta liga no llega de la noche a la mañana, sino a través de la dedicación diaria y la construcción de buenos hábitos.”

Este enfoque de Keefe no solo se centra en el desarrollo técnico y táctico, sino también en la creación de una mentalidad ganadora que pueda sostenerse a largo plazo. Con un grupo de jóvenes prometedores, como Sarr y Carrington, la tarea de Keefe será crucial para sentar las bases de un futuro competitivo en Washington. La franquicia apuesta a que, bajo su liderazgo, estos jugadores podrán alcanzar su máximo potencial y, eventualmente, llevar a los Wizards de vuelta a los playoffs.