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En la NBA, la lealtad y el sentido de pertenencia son conceptos que los jugadores aprenden a manejar a lo largo del tiempo. Sin embargo, cuando un equipo toma decisiones que afectan directamente las relaciones internas, el impacto puede ser considerable. Este es el caso de Chet Holmgren, joven promesa de los Oklahoma City Thunder, quien recientemente expresó su descontento y tristeza tras el traspaso de su compañero Josh Giddey a los Chicago Bulls.

Durante una entrevista en el “Podcast P With Paul George”, Holmgren compartió sus sentimientos sobre la salida de Giddey. “Me sentí muy dolido cuando vi que Giddey ya no estaría en nuestro equipo. Todos estamos con él. Es nuestro perro, todavía lo es. Va a hacer grandes cosas en Chicago, así que estamos emocionados por él y también por tener a Alex Caruso en nuestro equipo a partir de ahora”, comentó el pívot. Holmgren, quien fue elegido en el draft de 2022, pensaba que junto a Giddey formarían la base del futuro exitoso de OKC. No obstante, la realidad del negocio en la NBA les mostró otra cara de la liga.

El adiós de Giddey y la llegada de Caruso

El traspaso de Giddey a Chicago fue un movimiento que muchos analistas veían venir. Aunque el australiano fue una pieza clave para el desarrollo del equipo en sus primeras temporadas, su rol en el backcourt junto a Shai Gilgeous-Alexander no terminó de consolidarse. A lo largo de la campaña 2024-25, Giddey fue perdiendo protagonismo, primero en la rotación regular y luego en los momentos decisivos de los partidos. Esto llevó a la directiva de los Thunder a tomar la difícil decisión de buscar un intercambio que beneficiara tanto a la franquicia como al jugador.

El acuerdo con los Bulls incluyó la llegada de Alex Caruso a Oklahoma. Caruso, conocido por su defensa férrea y su capacidad para hacer jugadas clave sin necesidad de monopolizar el balón, parece encajar perfectamente en el sistema de juego de los Thunder. “Es un gran defensor, hace tiros importantes, y siempre toma decisiones acertadas en la cancha. Ese es el tipo de jugador con el que quieres estar”, agregó Holmgren sobre su nuevo compañero.

Un futuro incierto para Giddey en Chicago

Para Josh Giddey, este traspaso representa una nueva oportunidad para brillar en un proyecto que busca reinventarse. En los Chicago Bulls, el joven australiano tendrá total libertad para desplegar su juego, con la esperanza de ser una pieza central en el renacimiento del equipo. Chicago, que había estado en una fase de reconstrucción, suma a un talentoso manejador de balón que podría aportar la creatividad y versatilidad necesarias para dar el salto competitivo.

Desde el punto de vista de OKC, el movimiento también tiene sentido. Añadir a un defensor de élite como Caruso refuerza su plan de desarrollo alrededor de Shai Gilgeous-Alexander y Holmgren, quienes ahora tendrán un compañero que complementará sus habilidades en ambos extremos de la cancha.

Aunque Holmgren esté dolido por la partida de Giddey, el traspaso subraya una verdad fundamental en la NBA: los equipos deben tomar decisiones difíciles en aras de mejorar su rendimiento. Ahora, ambos jugadores tienen la oportunidad de demostrar su valía en escenarios distintos, y los aficionados de la NBA estarán atentos a cómo se desarrolla el futuro de Giddey en Chicago y de Caruso en Oklahoma City.