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Un equipo que aún se encuentra en proceso de adaptación tras haber recibido las nuevas incorporaciones, una vez llegó a concretar la salida de Kevin Durant y Kyrie Irving hacia Phoenix y Dallas respectivamente, y que en un principio todo continuaba saliendo bien, pero han caído en una peligrosa seguidilla de cinco derrotas que les ha quitado la tranquilidad que tenían.
El equipo se estaba apoyando en buenas actuaciones de uno que precisamente vino de Phoenix, como es el caso de Mikal Bridges, que ha podido inflar sus números desde que llegara a esta su nueva divisa, algo que no pasaba cuando estuvo en el conjunto de Texas.
Pero también han aparecido figuraciones resaltantes de otros nuevos miembros como el antiguo base de los Dallas Mavericks, Spencer Dinwiddie, así como Cameron Johnson y Dorian Finney-Smith; todos con buen juego desplegado y combinándose con los que forman parte de este equipo desde comienzos de temporada.
Sin embargo, la turbulencia ha llegado a Brooklyn, y de la nada, las cosas se les pueden complicar más de la cuenta, porque no se trata solo de una simple seguidilla de malos resultados, sino que además los equipos que se encuentran allí debajo en la tabla de posiciones si han sacado buenos resultados, como es el caso del Miami Heat y los Atlanta Hawks.
Un equipo que llegó a cosechar importantes rachas en los primeros meses de campeonato, inclusive una de hasta 12 victorias, aún con Durant e Irving en sus filas, y la cual les catapultó hacia los tres primeros puestos del Este, pensando ya en la postemporada y aprovechando este tramo final para terminar de amalgamar a sus nuevas piezas.
Pero urge un cambio de rumbo y que esta mala situación pueda dar un giro de 180 grados, ya que no resultará lo mismo quedar entre los seis primeros de esta zona y así acceder de forma directa, que tener que disputar su boleto en la impredecible ronda del “Play In”, donde todo puede pasar.