Your browser doesn’t support HTML5 audio

Los Angeles Clippers han sido considerados uno de los grandes perdedores de la reciente temporada baja de la NBA. Entre las razones, destaca la marcha de Paul George y la preocupante lesión de rodilla de Kawhi Leonard, operado en mayo de forma secreta. Estos reveses se presentan justo cuando el equipo inaugura su nuevo pabellón, aumentando la presión sobre una plantilla que busca mantenerse competitiva en el exigente Oeste. En medio de todo esto, emerge James Harden, un jugador que, pese a haber dejado atrás sus mejores años, sigue generando altas expectativas con su extensión de contrato.

El curso pasado, Harden no tardó en hacer ruido con sus declaraciones al unirse a los Clippers, destacando su icónica frase: «Yo soy el sistema». Esta declaración, lejos de ser un comentario pasajero, resuena con más fuerza al abrirse la pretemporada. Ahora, con Paul George fuera y Leonard en proceso de recuperación, Harden se convierte en el epicentro de la ofensiva del entrenador Tyronn Lue. Este es un estilo de juego que no ha podido desarrollar con tanta libertad desde sus días en los Houston Rockets, pero que Harden cree que aún tiene el potencial para llevar al equipo al éxito. «Sé que el juego pasará mucho por mí», comenta Harden. «Muchos decían que no se podía ganar así en Houston, pero acabamos de ver a Luka Doncic jugando exactamente de la misma forma».

La confianza de Harden en su capacidad para llevar a los Clippers a lo más alto es palpable, incluso en medio de un mar de escepticismo. «Mucha gente no tiene grandes expectativas con nosotros, pero nosotros sí confiamos en lo que podemos hacer», señala con determinación. El base también destacó un dato personal que refuerza su optimismo: «Nunca me he perdido unos playoffs», subrayó, dejando claro que está comprometido a mantener esa racha.

En cuanto a su reciente renovación, Harden se muestra seguro y enfocado en su futuro con los Clippers. Tras un verano lleno de tensiones con Daryl Morey y su salida de los 76ers, el jugador afirmó: «Estoy en casa. No planeo irme a ningún sitio. Quiero dejar un legado aquí». Aunque su historia reciente ha estado marcada por cambios de equipo y tensiones, Harden está decidido a escribir un nuevo capítulo en Los Angeles, uno que aspira a llevar a los Clippers a lo más alto del baloncesto.