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Desde antes de comenzar la temporada actual de la NBA ya tuvo que lidiar con ciertas situaciones muy complicadas, que de hecho le obligaron a recibir tratamiento médico motivado a una fuerte infección que sufriera por esos días, justo poco después de concretar su renovación con los Minnesota Timberwolves.

Allí empezó el viacrucis de Karl-Anthony Towns, que sin temor a equivocarnos ha enfrentado su campaña más difícil de las ocho que ha disputado en el mejor baloncesto del mundo; con todo y eso, siempre se tuvo la expectativa porque este equipo tenía como para trascender a diferencia de años anteriores.

Esto considerando que el dominicano se encontraba algo solitario en lo que respecta al juego interno, por lo que esta franquicia y parte de su nueva directiva hizo los esfuerzos para complacerle e incorporar al Rudy Gobert desde Utah y conformar un dúo imponente en esa zona.

Al menos el primer objetivo se logró, que era el acceder a la postemporada, aunque quizás no de la manera que ellos apuntaban, debido a que culminaron en la octava posición y pues les tocó jugar dos partidos en el Play-In, primero ante los Lakers y después ante Oklahoma, donde finalmente concretaron su pase.

Y fueron más de 50 partidos que no pudieron contar con Towns, ya que una distensión en una de sus pantorrillas le impidiera estar, y sin dudas esto fue causal de que no pudieran permanecer al menos entre los primeros cuatro lugares; además que se tropezaron con buenas rachas de equipos como los Warriors, Suns, Clippers y hasta de los Lakers.

En julio del año pasado se concretó una renovación de 5 años más en los “Wolves”, pero ahora muchos se cuestionan esta decisión, y hasta comienzan a especular sobre una posibilidad de mirar hacia otras opciones, algo que personalmente consideramos poco viable.

Además, Towns está más que consolidado en un equipo que siempre estará allí en la pelea y de paso es de los referentes, por lo que el mudarse a otro desde cero siempre implica requerir un tiempo de adaptación, algo que como se sabe aún no le ha tocado porque siempre ha jugado en Minnesota.

De todos modos, al tratarse de un jugador reconocido en la liga, no le pudieran faltar algunas ofertas y uno que otro ofrecimiento de otra franquicia, ya sea en este verano o en el siguiente año; más tomando en cuenta que es muy probable que se vista el uniforme de la selección nacional dominicana en el próximo mundial FIBA de selecciones y en caso de tener destacada actuación, podrán asomarse vientos de cambio.