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Los New York Knicks han dado un paso firme para convertirse en serios contendientes al título con la adquisición de Karl-Anthony Towns. Este fichaje, que había estado en el radar de la franquicia durante mucho tiempo, representa un punto de inflexión en las ambiciones del equipo. Con su llegada, los Knicks cuentan con un quinteto espectacular que incluye a estrellas como Jalen Brunson, Mikal Bridges y OG Anunoby. Sin embargo, detrás de este movimiento, aún había algunas piezas por encajar para que el traspaso se concretara.

Según el periodista Shams Charania de The Athletic, el acuerdo se ha completado con la participación de los Charlotte Hornets, quienes recibirán tres elecciones de segunda ronda del draft (dos de los Knicks y una de Minnesota), además de los jugadores DaQuan Jeffries, Duane Washington Jr., y Charlie Brown. En el intercambio, los Hornets enviarán a James Nnaji, la selección número 31 del draft de 2023, a Nueva York.

Este paso final era necesario para cerrar el trato y ahora, con todo en su lugar, solo falta el anuncio oficial. Los Knicks ya esperaban a Towns durante el media day, y en Minnesota también anticipaban la llegada de Julius Randle y Donte DiVincenzo, quienes son los principales activos que los Knicks han cedido en el acuerdo.

¿Quién gana con este traspaso?

Si bien los Knicks pierden algo de profundidad en su rotación, la incorporación de Karl-Anthony Towns les ofrece un elemento diferencial que no podían dejar pasar. La temporada pasada, Towns promedió 21,8 puntos, 8,3 rebotes y 3 asistencias con un impresionante 41,2 % de acierto en triples, ayudando a llevar a los Minnesota Timberwolves hasta las finales de la Conferencia Oeste. Su habilidad para anotar desde diferentes zonas y su capacidad defensiva le convierten en una pieza clave para las aspiraciones de los Knicks.

Por otro lado, Minnesota parece haber hecho este movimiento con un claro objetivo financiero. Julius Randle, que llega con un contrato que termina en 2025 (aunque tiene una opción de jugador para 2025-26), podría ayudar al equipo a liberar espacio salarial. Esta flexibilidad es crucial para evitar el impuesto de lujo y, de hecho, el traspaso reduce el coste de la plantilla en 10 millones de dólares, lo que supone un ahorro de hasta 40 millones de dólares en términos fiscales. En cuanto a Donte DiVincenzo, su contrato es más largo, extendiéndose hasta 2027 por un total de 36 millones de dólares, pero su salario sigue siendo relativamente modesto en comparación con otros jugadores de nivel similar.

En resumen, los Knicks se la juegan con la llegada de Towns, esperando que su talento sea suficiente para llevarlos a competir por el campeonato, mientras que los Timberwolves apuntan a una mayor flexibilidad financiera para el futuro.