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Klay Thompson, una de las figuras más icónicas de la dinastía de los Golden State Warriors, siempre fue conocido por su carácter desenfadado y espíritu libre. Desde su debut en la NBA, su estilo de vida despreocupado y jovial lo diferenciaba, incluso en los momentos más difíciles de su carrera, como cuando enfrentó graves lesiones en el Aquiles y el cruzado. Sin embargo, tras su regreso a las canchas, esa chispa parecía haberse apagado, dejando a un Klay visiblemente frustrado y con dificultades para encontrar su lugar en el juego.

Hoy, como nuevo jugador de los Dallas Mavericks, Thompson ha reflexionado sobre lo que lo llevó a ese punto. “Olvidé por qué jugaba a este deporte”, confesó. En sus propias palabras, los últimos dos años han sido emocionalmente agotadores. “Intentaba compararme constantemente con lo que había sido y con todo lo que había logrado. Llené mi cabeza de ideas equivocadas”, admitió el escolta. Su traspaso a Dallas representa un nuevo comienzo, una oportunidad de dejar atrás el peso del pasado y redescubrir su pasión en un entorno menos cargado de recuerdos.

Un nuevo capítulo en Dallas

Con los Mavericks, Thompson tiene la oportunidad de reencontrarse con su juego junto a dos estrellas del calibre de Luka Doncic y Kyrie Irving. Su tiro tras recepción sigue siendo una de sus principales armas, y en Dallas, podría ser vital para el éxito del equipo. Aunque el interrogante persiste sobre si Thompson aceptará el rol que se le asigne, todo indica que está dispuesto a enfocarse en las áreas donde aún puede ser dominante.

“Estoy evaluándome a mí mismo con el estándar del resto de los jugadores”, comentó Klay, refiriéndose a la presión que sintió en los últimos años por compararse con su versión pasada. Sin embargo, Thompson asegura haber aprendido una valiosa lección: “No me daba cuenta de la energía que estaba desperdiciando. El año pasado jugué muy bien. 18 puntos por partido y un 39% de acierto desde el triple… No voy a permitir que nadie me haga pensar que esos números no son buenos”.

Una nueva mentalidad

Thompson parece haber encontrado una nueva mentalidad que lo ayudará a encarar este nuevo capítulo de su carrera. Al liberarse de la presión de ser el Klay de antaño, está preparado para hacer una contribución importante en su nuevo equipo y demostrar que, a pesar de los desafíos, todavía tiene mucho que ofrecer en la NBA. Para él, el reto ya no es compararse con su pasado, sino maximizar sus fortalezas actuales y seguir disfrutando del juego que, según sus propias palabras, una vez olvidó por qué amaba.