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Es diciembre, un frío diciembre otra vez y 31 partidos después, pocos o casi nadie o nadie podría haber imaginado que los Bulls de Chicago con marca de 13-18, estarían en este minuto, mientras escribo, anclados en el puesto numero 11 en la Conferencia Este de la NBA.
Es diciembre y es la realidad y él lo sabe, Billy Donovan sabe que no será un juego normal, otro de esos de la temporada regular, no, Donovan lo sabe y cuando en minutos Chicago Bulls salte a la duela frente a los Knicks de New York, cuando eso suceda, en la conciencia de muchos se estaría definiendo no solo el destino de la franquicia en esta campaña, quizás estaría en juego el futuro de una organización que desde aquellos años gloriosos con Michael Jordan, allá por los 90, ha vivido más de lo que un día fue que de resultados concretos.
La realidad
Ha fallado todo, desde la dinámica de grupo, no funcionan como tal, hasta la falta de perspectiva de un hombre como el mencionado coach, Billy Donovan, quien no ha podido encontrar alternativas plausibles ante los distintos retos que han llegado en estos dos primeros meses; por un lado, el lastre que ha significado la dilatada ausencia de Lonzo Ball, por el otro el cara a cara que sostienen sus dos pilares ofensivos, Zach LaVine y DeMar DeRozan.
La contrariedad se impone y en un cúmulo de sensaciones encontradas pauta las líneas en el complejo panorama de los Bulls, pues a un cierre de temporada espectacular, con LaVine y DeRozan siendo prácticamente uno y de igual modo un Nikola Vucevic mostrándose como una muralla en defensa, había motivos para ilusionarse de cara al presente curso, pero todo fue eso, una ilusión, lo que había de positivo se esfumó, como bruma y al mismo tiempo de nada o de muy poco ha servido la entrada de hombres como Goran Dragic y Andre Drummond.
Pocas luces y muchas sombras
En este contexto par de victorias, ante el Heat primero, luego ante Atlanta, par de victorias han restaurado algo de esa vieja esperanza existente en el United Center, pero quizás para atizar más la hoguera, medios como Marca dan como un hecho que LaVine ha pedido su salida de los Bulls, de acuerdo con un reporte del periodista Sean Deveney.
De concretarse, será el fin, todos lo saben, Donovan, la afición de los Bulls, todos, pero igual si LaVine decide quedarse, el contexto luce complicado y parece casi una misión imposible poder retomar el buen camino.
¿Qué pasará ?, el tiempo y los tabloncillos como siempre dirán, por ahora, los Bulls la tienen gris con pespuntes negros y apenas estamos en diciembre.
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