Your browser doesn’t support HTML5 audio
De San Francisco de Macorís para el mundo, así fue y resulta imposible no olvidar su estela, así, impresionante, única, como son las estelas de las grandes leyendas.
¿Qué hablar de Francisco García?… en primer lugar, que fue eso, una leyenda, que marcó época en aquellos años como jugador, que fue elegido por los Kings de Sacramento en el Draft de 2005, pero que desde mucho antes su nombre venía sonando y en ese inolvidable 2003, fue figura, el líder indiscutible de aquella generación que obtuvo la plata en los Juegos Panamericanos que acogió Santo Domingo.
La huella de Francisco García
Esa puede ser historia, pero, es solo un extracto, someras líneas de algo magnánimo y es que haría falta una enciclopedia o algo similar en cuanto a extensión y calado para entender el significado y la trascendencia de Francisco García.
Con sus 6,7 pies de estatura, “Cisco” como le conocen todos en Quisqueya y más allá, pudo abrirse camino en cualquier deporte, pero eligió el baloncesto y como si de un pacto se tratase, el baloncesto lo eligió a él también, como una especie de mensajero.
El ascenso
Balo la tutela del legendario Rick Pitino, Francisco García, irrumpió en las duelas de la NCCA con la Universidad de Louisville y durante tres temporadas, sentó el precedente de lo que vendría…
En ese lapso, promedió 11,2 puntos y 2,1 asistencias por partido y en la zafra 2003-2004, antes de dar el salto al primer nivel, ya afianzado como un prominente alero, García registró 16,4 puntos, 4,5 rebotes y 4,7 asistencias en 28 desafíos.
En el primer nivel
Los Kings lo escogieron como el pick número 23 en Draft de 2005 y en su campaña de novato, el criollo estampó 5,6 puntos por partido y 2,8 rebotes.
Al año siguiente fue nombrado capitán y así, durante una década en el mejor baloncesto del mundo; su impronta refrendaría su clase como deportista.
El quisqueyano vio acción en diez temporadas en la NBA, 8 con Sacramento y 2 con los Rockets de Houston; capitalizando en este tramo un rendimiento de 7,9 tantos por juego; 2,6 rebotes; 1,4 asistencias y 0.8 robos.
Con la selección nacional
La huella de Francisco García no quedara ahí, pues con la selección nacional dominicana descolló como un baluarte inexpugnable, no solo en los Panamericanos de 2003, de igual modo lo hizo en el Premundial de 2005 y de 2013, el Centrobasket de 2008 (bronce), 2011 (bronce) y 2012 (oro), el Repechaje Olímpico en 2012 y el Mundial de 2014 (quinteto ideal), por solo citar.
A finales de 2022, llegaría el mejor de los reconocimientos…la inducción al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.