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No creyeron en chicos malos ni tampoco en la arrogancia de un lituano que anda haciendo de las suyas allá en el Lejano Oeste. Eso no bastó y en Sacramento, bien lejos de sus feudos, los Celtics de Boston hicieron poner los pies en la tierra a unos envalentonados Kings.
Los dirigidos por Joe Mazzulla llegaron a suelo californiano dispuestos a refrendar su condición de favoritos y de la mano de un Jason Tatum, histórico, impusieron su clase ante los chicos de Mike Brown.
Las acciones
En el comienzo, los de casa, de la mano de un inagotable Sabonis ejercieron una presión colosal en las huestes verdes, llegando a ganar el primer parcial con pizarra de 32-30, pero hasta ahí…
De inmediato, Mazulla activó a la caballería y con Tatum al frente comenzó a imponer orden en defensa, para ganar el segundo cuarto e ir al descanso con ventaja de 60-54.
Tras el regreso, el guión que se escribiría sería a una sola mano, pues si bien el indetenible Sabonis intentó por momentos guiar utópicas remontadas, la barrera de los celtas limitó al máximo el poderío del europeo y de Sacramento en líneas generales.
De Bird a Tatum…historia viva
Fue una jornada histórica, pues con su loable desempeño, 36 puntos, 8 rebotes y cuatro asistencias, Jayson Tatum emuló una marca de la franquicia que databa de la zafra 1987-1988, cuando por aquel entonces el legendario Larry Bird alcanzó los 39 juegos anotando 30 o más puntos.
La pizarra final, mostró un contundente 132-109, como reflejo de una inconmensurable lección de baloncesto de altos quilates, que de cara a la postemporada relanza la candidatura del combinado de nueva Inglaterra, no solo a discutir otra vez la corona en la Conferencia Este, sino que a regresar a unas Finales de NBA como en la anterior contienda.
De modo concreto, con su victoria, Boston arribó a forja de 50-23, afianzándose en la segunda plaza de su apartado, separándose a 1 juego de los Sixers y a 4,5 de los Cavaliers.
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