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Ni en sueños podía haber imaginado una temporada así, tenía apenas 22 años y un físico imponente, pero la lógica indicaba que el gran momento debía tardar quizás un poco más, pero no, los Dodgers de los Ángeles decidieron subirlo al primer equipo en esa campaña de 2011.

Había ilusión, desde su primeros pasos en las filiales de la organización, aquel imponente prospecto dominicano sobrado de carácter y determinación encima del box, logró plasmar su sello en el diamante.

Un buen comienzo

Rubby De La Rosa fue contratado en 2007 y cuatro años después, los Dodgers, como narramos al principio, le daban la oportunidad de mostrar su arsenal en Grandes Ligas y el quisqueyano no defraudó, pues tal como refiere Baseball- Reference, en 60,2 tramos de labor, registró una efectividad de 3,71.

De igual modo, el criollo pudo ostentar forja de 4-5, con 60 ponches y un whip de 1,40; guarismos que hablaban a las claras respecto a lo que podría aportar desde el bullpen con la organización angelina.

En aquel momento se dio por sentado que De La Rosa sería uno de los habituales relevistas de Dodgers de cara a esa década que apenas comenzaba, sin embargo, la gerencia sorprendió a todos cuando enviaron al antillano a Boston, como parte del cambio por Carl Crawford, Adrián González y Josh Beckett.

Así lo reseñó MLB.com en su momento, dejando entrever que el estatus que tenía el caribeño como prospecto de élite, se erigía como el argumento de peso para entrar en aquella movida que pretendía ser revolucionaria.

Jamás se encontró 

No volvió a ser el mismo y la estela de aquella primera zafra en Los Ángeles se disipó, ya con Medias Rojas, Rubby De La Rosa debió solventar sucesivos problemas de lesiones que acabarían lastrando su impacto y entre 2013 y 2014, un feo registro de 4-10, aunado a una efectividad de casi 5 en poco más de 120 innings, acabaron sumiéndolo en el ostracismo.

Volvió a ser cambiado y en consecuencia, regresó al oeste de la Liga Nacional, pero no con Dodgers, en esa oportunidad De La Rosa fue hacia Arizona y en su primera zafra allá en el Chase Field, muchos pensaron que el momento de la consagración había llegado, pues en 188,2 entradas, dejó marca de 14-9, con efectividad de 4,67, además de 150 ponches.

Aquello fue un espejismo, una vez más regresaron los fantasmas de las lesiones, debió volver al salón de operaciones y si bien intentó regresar, para finales de 2017, su huella en Las Mayores se había disipado.

El mejor  momento

Fue en Japón, con los legendarios Gigantes de Yomiuri, donde Rubby De La Rosa pensó en enrumbar su camino y lo hizo, ya que en cuatro temporadas en suelo asiático probó su efectividad como relevista, compilando un promedio de limpias de 2,53 en 124, 1 capítulos trabajados.

Ya con más de 30 años, su historia como profesional pudo haber terminado allí, pero hace una horas, de acuerdo a la información brindada por MLB Trade Rumors, los Dodgers decidieron ofrecerle un contrato de Ligas Menores a De La Rosa y como lo lee, el hijo pródigo volverá casa.

Expectativas

La mayoría de analistas coinciden que si en primera instancia, el veterano vestiría la franela de la sucursal triple A de Dodgers, un buen rendimiento a este nivel, lo puede llevar en algún punto de la temporada hasta el primer equipo.

Está el tema del tiempo, pero como sea, la ocasión se pinta sola para que aquel prospecto que en su día llegó a estar entre los 100 mejores del béisbol, retome el camino…¿ será?