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La alineación de los Dodgers podría verse un poco diferente sin Mookie Betts como iniciador de la escuadra. Pero el martes, los Dodgers demostraron que siguen siendo una de las ofensivas más formidables del deporte y que en todo momento te puedan hacer daño.

Con cinco carreras abajo al llegar a la última oportunidad del juego, los Dodgers  completaron una de las remontadas más salvajes de la temporada, creando una fiesta de carreras para completar una impresionante victoria por 11-9 en Coors Field.

Jason Heyward conectó un Grand Slam como bateador emergente y Teoscar Hernández agregó un cuadrangular de tres carreras, todo en una novena entrada de siete carreras, convirtiéndose en su remontada más grande en los últimos 67 años dentro de las grandes ligas.

Es apenas la sexta vez en la historia de la franquicia que los Dodgers lograron una remontada cuando estaban perdiendo por cinco o más carreras en la novena entrada o más tarde y la primera desde que se mudaron a Los Ángeles en 1958.

“Siempre hablamos de eso aquí, no regalen turnos al bate… luchar durante los turnos al bate, ver muchos lanzamientos y tratar de conseguir uno bueno” dijo el jardinero de los Dodgers, Teoscar Hernández, quien dio los toques finales a la remontada con un jonrón de tres carreras con dos outs. 

La corrida del noveno, La inició Andy Pages con una base por bolas. A eso le siguió un sencillo de Miguel Rojas. Dos bateadores después, Miguel Vargas realizó una aparición en el plato de siete lanzamientos para llenar las bases.

Una vez que Vargas tomó la base, se podía sentir que el dugout comenzaba a tomar algo de jugo extra. El escenario estaba listo para Heyward, quien entró como bateador emergente en lugar de Chris Taylor y colocó el Grand Slam.