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Puede que el fracaso sea el gran móvil del ser humano para aspirar al éxito, es decir, debes caer, equivocarte, tocar fondo de todas las maneras posibles y entonces las enseñanzas que emergen de momentos así, son las que a la postre terminan marcando el camino correcto.

Las historias de hombres y mujeres que en su momento se sintieron perdedores, trascienden a lo largo del tiempo y van desde el genio de Albert Einstein, considerado mentalmente lerdo en sus años de secundaria, hasta el ilustre Winston Churchill, quien llegó a ser considerado no apto para el ejército, tal como lo relata Roy Jenkins, uno de sus biógrafos de mayor prestigio.

Sabemos después lo que ocurrió, Einstein descubrió el efecto fotoeléctrico y la teoría de la relatividad, convirtiéndose en una de las mentes más brillantes de todos los tiempos. Por su parte Churchill llegó a ostentar el cargo de Lord del Almirantazgo en la Marina Real Británica, además de ser Primer Ministro de Gran Bretaña en dos ocasiones.

El caso Gallo

Las analogías se imponen y trascienden los ámbitos, hasta llegar al deporte y al tema que nos concierne y en este sentido, tal vez de un modo u otro, Joey Gallo conozca de Einstein o Churchill, quizás no, como quiera, si sabe bien lo que es el fracaso…

En 140 juegos disputados con el uniforme a rayas de los Yankees de Nueva York, Gallo jamás encontró aquella forma suya de antaño, la misma que en Texas le permitió asistir a un Juego de Estrellas y ganar hasta el Guante de Oro como jardinero.

Desplome total

Debía llegar para quedarse en el Bronx pero terminó marchándose a la francesa, sin despedirse. Dejaba una hoja de corte de apenas 159/291/368 con 25 jonrones, 46 carreras impulsadas y 194 ponches.

 

Hace unas semanas, Gallo contó a medios tales como MLB.com y ESPN, que el calvario vivido en Yankee Stadium, le hizo pensar en colgar los spikes.

En Dodgers mostró una mejor cara, dio par de buenos batazos y volvió a enseñar sutiles destellos de aquel nivel que lo había distinguido en Arlington, pero al final, en esencia fue más de lo mismo.

 

La nueva oportunidad

Así llegó a la agencia libre, con 29 años y el feo precedente del que hablamos y en perspectiva nadie debía apostar algo por él, sin embargo cuando pocos lo esperaban, los Mellizos de Minnesota decidieron darle una oportunidad y sumarlo a su ilusionante proyecto.

 

Firmó por un año y 11 millones de dólares y con el comienzo de los Entrenamientos de Primavera en este 2023, se confirmaron los rumores de que Gallo fungirá en primera base.

No sé rindió,pudo hacerlo y ahí está, buscando su redención, tratando de renacer y de cambiar esa imagen de fracasado y por ende volver a mostrar lo que en su día fue.