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Los Padres de San Diego no han tenido el rendimiento que esperaban en esta temporada 2023 de las Grandes Ligas. El conjunto californiano prometía lo mejor después de confeccionar una de las nóminas más potentes del béisbol, pero la realidad ha sido totalmente distinta a lo que todo el mundo auguraba. El club ha tropezado en muchísimas ocasiones, incluso más de las que ha podido sonreír.

Hoy con récord de 37 victorias y 42 derrotas no sólo se alejan de la lucha por el banderín de la División Oeste de la Liga Nacional, sino que también está en duda su clasificación a los playoffs. De hecho, ahora mismo están a 7.5 juegos de distancia del último cupo que otorga el Wild Card del viejo circuito, lo que pone con los pelos de punta tanto a la gerencia como a los fanáticos de la divisa.

Para más inri, se han corrido rumores en las últimas horas que indican que puertas adentro de los Frailes las cosas no están marchando para nada bien. Se dice que hay enfrentamientos internos, egos mal gestionados y actos de indisciplina que ni el mismísimo mánager Bob Melvin alcanza a controlar. Incluso, fuentes cercanas afirman que esto podría tirar por la borda lo que para muchos sería la gran campaña soñada de los Padres.

Voces que lo confirman

De acuerdo con lo informado por el reconocido comunicador Dan Clark a través de la red social Twitter, el camerino de San Diego es un hervidero. Su tuit más reciente dándole cobertura al hecho rezaba lo siguiente: “Se rumorea que la tensión en el camerino de los Padres está a punto de romperse, con señalamientos, desacuerdos sobre estrategias y acusaciones de pereza y mala preparación por parte de ciertos jugadores de alto perfil, todos comunes. Una verdadera falta de cohesión del equipo. Muchos temen que la temporada que alguna vez fue publicitada esté condenada”.

Al mensaje no faltaron respuestas, no obstante, la mayoría reclamaban la falta de acciones en club para evitar estos eventos y hasta recordaron que hace poco ocurrió algo así con Wander Franco en los Rays de Tampa Bay y recibió una suspensión. ¿Será que hace falta mano dura en los Padres?