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En el día de ayer en el encuentro entre los Medias Rojas de Boston y los Tigres de Detroit tuvo lugar una escena dantesca. El pelotero Justin Turner recibió un pelotazo en el rostro mientras consumía su primer turno al bate de la jornada. El mismo se lo propinó el lanzador Matt Manning a la altura del primer episodio y después de esto, el popular hombre de la barba roja acabó tendido en el suelo sangrando profusamente.
Tras segundos de drama y una larga asistencia médica, el exjugador de los Dodgers de Los Ángeles abandonó el terreno cubriendo su cara con una toalla y acompañado por los responsables de la salud del cuadro que dirige Alex Cora.
Fueron segundos que se tornaron eternos y rápidamente la duda y la incertidumbre tomaron a los presentes. “¿Cuál fue el daño real del incidente?” Era la pregunta que resonaba en las tribunas del estadio y las redes sociales.
Todo en orden
Poco tiempo después, los Medias Rojas de Boston confirmaron lo que todos suponían. Turner fue trasladado a un centro médico cercano para ser atendido en mejores condiciones y recibir una serie de exámenes que determinarían la gravedad del asunto. No obstante, la información seguía siendo escueta hasta ese momento.
No fue sino hasta horas de la noche que, gracias a la esposa de Justin, la señora Koutney Turner, pudimos enterarnos con detalle de lo sucedido. Resultó que, para poder cerrar la herida causada por la pelota, los médicos necesitaron darle 16 puntadas al utility de infield. Asimismo, la compañera sentimental del beisbolista aclaró que su marido seguía internado y que tenía mucha hinchazón en la zona afectada.
Por otra parte, tranquilizó a los interesados diciendo que los exámenes no habían mostrado afecciones de ningún tipo salvo el daño externo. También añadió que no hubo fracturas de ningún tipo.
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