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Ya es historia; al momento de escribir este texto, la edición de la emblemática Maratón de Boston correspondiente a este 2023 ha quedado en los libros de la legendaria competición.

Como lo lee, 126 años después de aquella primera carrera en 1897, Evans Chebet de Kenia continuó esculpiendo su legado al repetir en lo más alto del podio por segunda vez, pues con anterioridad se había erigido vencedor en 2022.

El recuerdo de la tragedia

En este contexto, cuando Chebet sonreía a las cámaras y todos hablaban del sexto lugar de Eliud Kipchoge, era imposible no evocar los recuerdos de lo ocurrido allí en la mítica urbe de Nueva Inglaterra, el 15 de abril de 2013.

Al respecto, nos recuerdan el Boston Globe y ESPN que aquel día, a las 14 horas y 49 minutos de la tarde, hora del Este, dos explosiones ocurridas en la línea de meta de la maratón conmocionaron a los presentes y al mundo del deporte de manera general, dejando un saldo de cuatro muertos y unos 280 heridos.

El impacto

Relata la agencia AP que cinco días después, en Fenway Park, entre sensaciones encontradas y en medio de un ambiente tenso, los Medias Rojas de Boston, que habían arrancado mal la temporada beisbolera por aquel entonces recibieron en sus predios a los Angelinos de Anaheim.

David Ortiz estaba allí y hoy lunes justo cuando fungió como sigiloso protagonista de la carrera al ejercer como el Gran Mariscal de la maratón, rememoró las palabras que expresó en aquel instante…

La emotiva frase del Big Papi que lo cambió todo

“… Esta es nuestra ciudad. Y nadie va a dictar nuestra libertad. Manténganse fuertes…”- sentenció y al respecto le comentó a MLB que  se sentía muy orgulloso de lo que había hecho, pues entendía que de cierto modo sus palabras lograron generar una impronta positiva y fue algo que ha trascendido en el tiempo.

Como en efecto, a finales de ese año, un ponche de Koji Uehara servía para decretar el out 27 del sexto juego de la Serie Mundial  entre Cardenales de San Luis y Medias Rojas y allí en el mismo Fenway Park, David Ortiz volvía a llenarse de gloria al ser elegido como MVP de ese Clásico de Otoño.