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Había perdido la confianza, la confianza y hasta la risa y para finales de octubre último, en esa mirada apagada solo quedaban destellos de aquella estampa que seis años antes reflejaba el espíritu de un jugador llamado a ganarlo todo en el béisbol.

Fue un swing perfecto y en cuestiones de segundos, los presentes en el Wrigley Field solo atinaron a escuchar el chasquido del bate chocando con la bola…

Todos musitaban ese sonido de asombro que provocan las grandes conexiones y en ese tercer inning, tras concretarse el jonrón, entre sensaciones encontradas y el consecuente drama, muchos pensaron en la idea de la venganza.

La trama

Ni Alfred Hitchcock hubiese escrito un guion así, pues casi seis meses después de haber dicho adiós al Dodger Stadium; Cody Bellinger recuperaba su mejor versión frente a su anterior equipo.

El cara a cara fue épico; Bellinger contra Urías y para ese entonces, a la altura del tercer episodio, segundos antes de ese turno al bate, era imposible no evocar los recuerdos de antaño; Cody Bellinger el Novato del Año en 2017, el hombre de los 47 jonrones, las 115 empujadas y el MVP de 2019; Cody Bellinger el que fue Hyde y Jekyll y Frankenstein, el que se llenó de gloria y fue muy bueno y después malo, bien malo diría, ese Bellinger  volvía a soñar este viernes allí en el norte de Chicago.

El acontecimiento

La bola se perdió por todo el jardín derecho, era el quinto jonrón en 19 juegos y el tercero frente al pitcheo de Dodgers y en ese momento, mientras Dave Roberts observaba a Bellinger recorriendo las bases, algunos retomaron el tema de que aquella no había sido la mejor de las despedidas y Cody ahora se desquitaba a lo grande.

Puede ser, el beneficio de la duda deja abierta la posibilidad, sin embargo pienso que simplemente se de trata una condición impuesta por el destino; luego de 2019, el desplome había sido colosal, bateó para 239 en 2020, tocó fondo en 2021 con apenas 165 y el año pasado fue más de lo mismo, compilando apenas para 210, intentó reencontrarse pero no logró.

Necesitaba un cambio y en este minuto mientras escribo, con la franela de los Cachorros, en esa muestra de 19 partidos de la que hablamos, Bellinger muestra una hoja de corte de 301/381/562, con esos 5 cuadrangulares y 14 carreras empujadas.

Los aires de la nueva ciudad parecen haberle asentado y por ahora, en este abril, Cody Bellinger está reescribiendo su historia y apunta  al menos para Regreso del Año.