¡Por fin! Oswald Peraza abrió para los Yankees y lo hizo en una posición que no había jugado

Oswald Peraza perdió la batalla de los entrenamientos de primavera para ser el campocorto titular de los Yankees ante Anthony Volpe, y Gleyber Torres y DJ LeMahieu que están bloqueando su camino a las mayores en la segunda base.

Pero un revés para el lesionado Josh Donaldson creó una tercera vía para el tiempo de juego de Peraza.

El viernes, el jugador de 22 años recibió su primera apertura en la tercera base, una posición que nunca había jugado en un juego profesional.

Es posible que Peraza pase más tiempo en la esquina caliente después de que Donaldson, quien se agravó la distensión en el tendón de la corva durante un partido de rehabilitación el martes, se sometió a más exámenes que revelaron una distensión de grado 1 o más..

Donaldson, quien originalmente cayó el 5 de abril, se perderá algunas semanas más.

Con Volpe en el campocorto, Torres en la segunda y LeMahieu en el bateador designado, la primera apertura en la tercera base desde el diagnóstico de Donaldson fue para un jugador del cuadro medio, y Peraza se desenvolvió bien.

Boone dijo que Peraza, quien solo ha jugado en la segunda base y en el campocorto desde que firmó en 2017, puede usar el mismo juego de pies que lo ha convertido en un excelente defensor por el medio en la tercera.

El gerente reconoció, sin embargo, que podría haber una curva de aprendizaje.

Tercera probablemente la más difícil de jugar debido a la velocidad con la que te salen algunas bolas hace que sea más difícil ponerse en posición en ciertas jugadas. Obviamente, el campocorto requiere el conjunto de habilidades más difícil para jugar, y debes ser el más talentoso para jugar eso, pero la tercera puede ser un desafío.

Peraza es bien considerado defensivamente e hizo una buena jugada deslizante en la segunda base el jueves.

Boone dijo que Peraza, quien bateó bien la temporada pasada y ha estado bateando desde que se levantó esta semana, había recibido rodados en tercera.

Probablemente sea un ajuste menos difícil que el que hizo Oswaldo Cabrera la temporada pasada, cuando el infielder de toda la vida fue arrojado a los jardines en las mayores.