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Era la gran noticia que esperaba la gente allá en Comerica Park y cuando el 1 de diciembre del 2021, los Tigres de Detroit dieron a conocer el acuerdo, fanáticos y especialistas comenzaron a evocar aquellos años de gloria que en materia beisbolera se había vivido en ese pedazo de tierra, allí en Michigan.

Estaba la mística de Miguel Cabrera, de aquellas Series de Campeonato en 2006 y 2011, de las consecuentes Series Mundiales, pero sin dudas, la llegada de Javier Báez, aquel que se erigía para ese entonces como uno de los mejores campocortos del juego, con la llegada del boricua a Detroit, afloró la idea de que una nueva era podría estar comenzando.

El momento

Así, siete años después de haber debutado con los Cachorros de Chicago en Grandes Ligas, con el aval de aquel anillo de Serie Mundial en 2016, de su increíble temporada en 2018, cuando quedó segundo en la votación para el MVP tras batear para 290, pegar 34 jonrones e impulsar 111 carreras; con este aval, Javier Báez arribó a la capital del acero con un acuerdo de 6 años y 140 millones de dólares.

Lo que vino después ya todos lo sabemos, ni el polémico AJ Hinch, ni la gracia de Miguel Cabrera, sirvieron para que los Tigres revertieran la tendencia perdedora de los últimos seis años y con forja de 66-96 acabaron hundiéndose en la División Central de la Liga Americana.

Un fiasco total

Tras el juego 162, las miradas se posaron en él, en Javier Báez, era lo obvio, debió ser la cara de la franquicia, pero no, fue lo contrario, un fiasco total, de los más sonados en la campaña anterior, quizás el gran fiasco.

En 144 encuentros, el criollo estampó una hoja de corte de 238/278/393, con 17 jonrones y 67 carreras impulsadas; por mucho los guarismos más bajo de su carrera.

De igual modo, si algo faltaba para decorar la debacle, a la defensa, Báez fue el jugador de posición que más errores cometió, con 26 errores.

Muchos aludieron a que era una mera cuestión de adaptación; una nueva liga, un mejor pitcheo tal vez, mayor presión por ende y así, se le dio el beneficio de la duda de cara al presente curso.

Con el arranque del nuevo curso, renacieron las esperanzas, si embargo en primavera, de nuevo se prendieron las alarmas, luego de que, en 12 partidos, el caribeño compilara para un escueto average de 167 en 12 desafíos.

¿Se repite la historia?

Lo peor vendría después y es que al momento de escribir este texto, en 9 choques de la temporada regular, Javier Báez muestra una línea ofensiva de 121/171/121, producto de 4 hits en 33 turnos, con una carrera impulsada.

Tras bambalinas se había comentado y especulado al respecto, que si es un jugador sobrevalorado, que si esto o aquello, como sea una disyuntiva se impone con el peso de los acontecimientos… ¿Será otra vez la mentira del año en Grandes Ligas?