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A finales de mayo último fue noticia, había esperado cuatro años para debutar en Ligas Menores, pero tal como ocurre con muchas de las buenas historias, la espera valió la pena.

Había lanzado mal, su físico no impresionaba- es muy delgado- decían, pero así y todo, con una bola rápida algo discreta, apenas pasando las 90 millas por hora, de este modo, Yorlin Calderón pudo solventar esos primeros años en el sistema de granjas de los Yankees de Nueva York.

Pasado y presente

Como lo lee, el dominicano había firmado con los Mulos en 2018, un 16 de agosto para ser exacto, tal como refiere MLB.com y al año siguiente en 2019 rompía el hielo en la Liga Dominicana de Verano, viendo acción en 8 partidos, en los que dejó forja de 2-1 en 16,1 tramos de labor, pero su efectividad de 6,61, tal como se puede leer en Baseball- Reference, opacaba su proyección.

Ese día, hace unos siete meses ya, mientras vestía la franela de los Tampa- Tarpons, sucursal clase A baja de los Mulos, el quisqueyano, debió pensar en su mal comienzo, pero transcurridas las 7 entradas del juego, tras sacar el out final, protagonizaba una de las épicas más trascendentales del béisbol, un juego sin hits.

La hazaña

El criollo, solo necesitó 83 lanzamientos para concretar su memorable trabajo, ponchando a siete rivales y otorgando dos bases por bolas.

Así fue el inicio de una muy buena temporada, la misma que pudo disipar  los números malísimos de sus primeras campañas y en 14 encuentros disputados como novato y en clase A baja con Tampa, Yorlin Calderón dejó marca de 6-1, con efectividad de 3,88 y 75 ponches en 58 innings de actuación.

Su desempeño le valió ser incluido en los Mesa Solar Sox, equipo que forma parte de la Liga de Otoño de Arizona y en 6 partidos se desplomó una vez más, dejando forja de 0-2, con efectividad de 8,53 y 17 ponches en 12,2 capítulos.

Fue una mejor versión 

Este cierre fue una pesadilla, eso es real y los números así lo reflejan, no obstante en líneas generales, la mejoría de Yorlin Calderón fue ostensible, de manera específica en lo que a su control se refiere.

Para buena parte de los especialistas todavía puede ganar en algo de masa muscular, lo que obviamente le permitirá pulir su mecánica y sumar algunas millas a su recta, por solo citar.

Como sea, la expectativa es inmensa, hablamos de un chico de apenas 20 años que ya en 2022 dio la clarinada de lo que podría venir y en este 2023, pudiéramos ver una faceta diferente de su clase como lanzador.