Yankees de Nueva York: el amor, el odio y el bochorno nacional

Era como Santiago Nasar preparándose para ser acuchillado allí, en la puerta de su casa, sí…la crónica de una muerte anunciada y podía ser ayer, allá en Anaheim o mañana o el fin de semana próximo o incluso en septiembre, como quiera el momento llegaría.

A pesar de la buena salida del quisqueyano Luis Severino, los Yankees de Nueva York volvieron a perder y fue un buen juego,4-3 y los del Bronx dieron batalla frente a unos enardecidos Angelinos, pero perdieron y eso en la cultura del elenco más emblemático del béisbol es un sacrilegio.

Los Mulos de Manhattan, cayeron este lunes, tal como había ocurrido horas antes allá en el Coors Field; los Mulos cayeron y con forja de 50-45, en este preciso instante mientras escribo, son últimos en la división este de la Liga Americana, un suceso que no tenía lugar desde 1990.

La peor versión

Ya se habla hasta de lunes negro y es que 33 años después, la actual versión de los Yankees está haciendo recordar los peores tiempos de la organización.

• Lo que dan es pena- aseveran unos- Son el bochorno nacional- aluden otros y de cierto modo, a su manera, cada criterio cobra sentido, agudizando en medio del drama esa sensación de caos que no aparenta tener fin.

Incertidumbre total

No es la apología del caos, ni se pretende buscar la razón de la sinrazón, no, pero los hechos plasmados en el diamante, los hechos nos cuentan que y exceptuando el año de Cy Young del estelar Gerrit Cole y el rol protagónico que van teniendo hombres del bullpen como Clay Holmes…más allá de estas luces, el entorno luce bastante gris.

Entre el amor y el odio, así van y en este punto del camino, casi a la altura del juego 100, solo los fieles siguen apostando al regreso inmediato de Aaron Judge, al despertar de Giancarlo Stanton o al milagro de la posible llegada de Shohei Ohtani o Nolan Arenado, como quiera, las cosas pintan bien feas y es una probabilidad real que por quinta vez en su historia (1908,1912,1966 y 1990), los Yankees terminen tocando el fondo en su división… ¿será?