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La actualidad del Chelsea no tiene que ver con la expectativa que despertó a comienzos de 2023. Con los 600 millones de euros que gastó el club en refuerzos, de los cuales más de 120 fueron desembolsados para fichar al campeón del mundo Enzo Fernández, tras esta inversión cualquiera imaginaría a los Blues en otra ubicación.
Desde que inició el año 2023 el conjunto Blue solo ha anotado 4 goles en 14 partidos disputados,con apenas una victoria sobre 11 posibles entre Premier League, FA Cup y Champions, el presente tiene inquieto a los hinchas.
En medio de todo lo que acontece en el club, su Director Técnico Graham Potter denunció haber recibido en su correo electrónico amenazas de muerte dirigidas hacía él y sus hijos. “Los fans me dijeron que quieren que mis hijos y yo muramos”, fue el título con el textual publicado en la tapa del Daily Mirror Sport. “Hay que tener mucho cuidado”, añadió el estratega inglés, siempre en relación a las desafortunadas amenazas que recibió.
Ya sin esperanzas para estar entre los primeros puestos de Premier, Potter tiene por delante un duelo clave ante el Dortmund por los octavos de la Champions, el 7 de marzo en Londres por la vuelta, que buscan revertir a su favor.
¿Potter en la cuerda floja?
En Inglaterra ya se rumorea con la posibilidad de que el nuevo dueño del Chelsea, Todd Boehly, despida a Potter de su cargo. Tras haberlo traído hace 5 meses por estar inconforme con el rendimiento del aleman Thomas Tuchel.
En 18 encuentros de Premier League como entrenador del Chelsea, ha ganado en 5 ocasiones, empatado en 6 y cuenta con 7 derrotas. Pareciera que los millones que fueron puestos en el mercado para remontar el nivel futbolístico no son suficientes.
En este contexto y según informó The Sun, hay cinco nombres que serían los primeros apuntados para suplir a Potter: Thomas Tuchel (justamente a quien reemplazaron hace cinco meses), Roberto De Zerbi (actual DT del Brighton), Mauricio Pochettino, Zinedine Zidane y hasta José Mourinho.
La desesperación en Stamford Bridge es total, debido a que los fanáticos empiezan a visualizar que la próxima temporada su equipo se quedará sin competencias internacionales, lo que sería un duro golpe a nivel económico y deportivo. Además que puede traer ciertas repercusiones en cuanto a lo invertido esta temporada.
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