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Para entender lo que sucede entre el Comité Olímpico Internacional y el Comité Olímpico Ruso, toca remontarnos al año 2020, concretamente al mes de diciembre cuando la Agencia Mundial Antidopaje le impuso una sanción de 4 años al país europeo por impedir la correcta revisión de varios de sus atletas. Según el organismo, Rusia impidió que entre los años 2012 y 2015 un total de 145 atletas fueran investigados debidamente para constatar si, en efecto, utilizaron sustancias prohibidas.

Por esta razón, los soviéticos se quedaron sin poder representar a su tierra en justas como los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (festejados en 2021 por la pandemia del Covid-19), el Mundial de fútbol de Qatar 2022 y también los Juegos Olímpicos de invierno de ese mismo año celebrados en Pekín. Desde ese momento las relaciones deportivas de la patria de Lenin y Stalin con el resto del mundo se desmoronaron, incluidos en primera instancia los entes rectores de las distintas disciplinas.

Por si fuera poco, la guerra entre Rusia y Ucrania puso más tierra de por medio y justamente es lo que ha desencadenado la actual situación que impedirá que los del viejo continente se presenten con su bandera en París 2024. Resulta que la nueva sanción (después de aquella de 4 años que finalmente se redujo a sólo 2) viene por estas vías y es que, de acuerdo con el Comité Olímpico Internacional, la inclusión realizada por Rusia de organizaciones regionales que están bajo la jurisdicción del Comité Olímpico Nacional de Ucrania fuerza un nuevo castigo en contra del país más extenso de Europa.

“La decisión unilateral adoptada por el Comité Olímpico Ruso el 5 de octubre de 2023 de incluir entre sus miembros a las organizaciones deportivas regionales que están bajo la autoridad del Comité Olímpico Nacional (NOC) de Ucrania (a saber, Donetsk, Kherson, Luhansk y Zaporizhzhia) constituye una violación de la Carta Olímpica”, afirmó el portavoz del organismo internacional, Mark Adams.

¿Podremos ver atletas rusos en las próximas olimpiadas?

En principio, la prohibición sólo impedirá que cualquier deportista utilice la bandera con los colores blanco, azul y rojo de Rusia. No obstante, la situación es bastante más compleja, pues el COI ha extendido la invitación al evento a los 203 países que participarán y en esa lista no figura la patria europea, por lo que de momento ninguno de sus representantes tiene el aval para participar en las clasificatorias de su disciplina.

Se rumorea que el Comité Olímpico Internacional tomará una decisión sobre estos casos particulares cerca de la primavera del año 2024, pero una vez no se sabe si para ese entonces será tarde para algunos competidores, pues puede que los torneos de clasificación de sus deportes ya se hayan llevado a cabo. Para más inri, también requieren el visto bueno de los Comités que representan a los atletas contra los cuales se medirían con un hipotético uniforme neutral tal y como hicieron en Tokio 2020.