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César Valdez, apodado como El hombre de las 5 letras y principal baluarte de los Tigres del Licey en la LIDOM ya está listo para volver a enfundarse los colores del club de sus amores en esta nueva temporada 2023-2024. Tras un intento fallido por regresar a las Grandes Ligas en el que actuó en el filial Triple A de los Angelinos de Los Ángeles, el hombre conocido por sus increíbles gestas en la pelota local se encuentra afinando los últimos detalles de su preparación para dar comienzo de nuevo a la guerra en su tierra.

Con la serenidad y la mentalidad positiva que siempre lo han identificado, el hoy experimentado serpentinero de 38 años tiene como principal objetivo revalidar el trofeo de campeones nacionales con los bengalíes. Esto y otras cuestiones fueron de conocimiento público en un encuentro que tuvo con los medios y que posteriormente fue difundido vía correo electrónico por parte de la novena capitalina.

Desde el campo de entrenamiento del Licey ubicado en la antigua academia de los Rojos de Cincinnati, ubicada en Baseball City, Boca Chica, el veterano diestro profirió las siguientes palabras: “Las expectativas siempre es dar lo mejor de mí, entregarme cien por ciento a la causa que todo el mundo sabe cuál es, vamos por la 24. Todo el mundo está enfocado en eso. Hay una buena vibra, tenemos un buen equipo y vamos a luchar por eso”.

Además de hacer énfasis en el enfoque de la plantilla, dedicó una mención importante a los valores jóvenes de la franquicia, algo que seguramente será un rasgo distintivo de los Tigres en la venidera zafra: “Hay muchos jugadores jóvenes, mucho talento, muchos brazos buenos. Creo que este núcleo de veteranos combinados con jugadores jóvenes es muy importante tenerlo desde el principio en los entrenamientos que es cuando se conforma el equipo. Lo cual es muy bueno gracias a Dios”.

El oriundo de Santo Domingo que en la campaña anterior tiró 53 entradas y 2 tercios en 9 aperturas y puso efectividad de 1.51 combinada con 37 ponches, hizo aparte para hablar de lo que fue su experiencia con los Salt Lake Bees en la categoría Triple A: “No fue una temporada como la esperaba, hubo altas y bajas. No tuve buenos números, pero terminé con salud que es lo más importante. Es lo primero que tengo, si hay salud se puede salir hacia delante. Se aprende de las temporadas malas igual que de las buenas. Este año queda dar lo mejor de mí, esperar que venga lo que Dios tenga y salir a jugar béisbol que es lo que sé hacer”.

Sin embargo, también recordó un momento alegre del pasado. En concreto, se refirió al triunfo del Equipo Azul en la Serie del Caribe de Venezuela a comienzos de este año: “En lo particular salí a hacer mi trabajo y las cosas salieron bien… Nos entregamos al cien por ciento, cada uno puso su granito de arena, pudimos conseguir la victoria y eso es lo más importante, ganar en conjunto”.