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¿Qué hablar de Juana Arrendel?… aquella que con 14 años pensó en jugar voleibol y en el comienzo, con ese tamaño imponente, dio sus primeros pasos en el taraflex y pudo ser buena, brillante incluso, sin embargo, por esas vueltas de tuerca que da la vida, fue en el atletismo que encontró su verdadera pasión.

Entre mediados de los 90 y comienzos de los 2000, la alumna aventajada del profesor Bernardo Clark, forjó uno de esos legados imperecederos en la historia del deporte dominicano.

La impronta

Hablamos de tres títulos en Juegos Centroamericanos (1998, 2002 y 2006) y el oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo en 2003; un suceso memorable este, pues fue el instante que marcó su regreso luego de el supuesto caso de dopaje y allí ante su gente, Arrendel se colgó la presea dorada.

Además de estos logros están su presencia de forma consecutiva en Juegos Olímpicos, allá en 2004 y 2008 y de modo particular, trece años después de su retiro, aún trasciende su vigente récord centroamericano en alto de altura, nos referimos a aquel 1,97 que logró en San Salvador abriendo el siglo XXI.

La heredera

Se trata de un inmenso legado y por estos días, durante las jornadas finales de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe efectuados allí, en San Salvador, muchos en Quisqueya recuperamos la ilusión tras ver en acción a la talentosa Marysabel Senyu.

Como ya debe saber, a sus 23 años, Senyu reeditó una actuación que desde 2006 no lograba ningún atleta dominicano.

El suceso

Con un salto de 1,87, la criolla emuló a la mismísima Juana Arrendel para agenciarse el metal dorado, en el mismo lugar donde la oriunda de San Pedro de Macorís implantó su marca regional.

Allí en la pista de atletismo de la principal urbe salvadoreña, Senyu mostró clase y esa estirpe propia de las grandes deportistas, superando a la curazoleña Glenka Antonia y eclipsando el pronosticado favoritismo de la cubana Dacsy Brisón.

La impresionante estela de Marysabel Senyu

Es la estela de una atleta que desde 2021, viene dando pasos agigantados en su disciplina.

En junio de ese año, Marysabel Senyu ganó el oro en el Torneo Invitacional de Atletismo Félix Sánchez, adjudicándose un registro de 1,84. Un resultado que ya había alcanzado días antes en el Campeonato Nacional efectuado en la pista del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.

Casi un año después, en mayo de 2022, la antillana gana el oro en el Campeonato Iberoamericano de Atletismo celebrado en España, logrando un 1,87.

A inicios de junio de 2022, se llevó de igual modo el oro en el Meeting de Jaen con 1,88, también en suelo español y en casa volvió a ganar el Campeonato Nacional, estampando un 1,86.

Tocando a las puertas

En este 2023, antes de la cita en San Salvador, Marysabel Senyu volvió a repetir la corona en el Invitacional Félix Sánchez y en el Campeonato Nacional, en ambos casos con 1,86.

Su ascenso ha sido meteórico y tras subir a lo más alto en suelo salvadoreño, resulta imposible no soñar en grande con la dominicana de cara a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile y quién sabe si la podemos ver hasta en París 2024.

Es la heredera de Juana Arrendel y ya está aquí…tocando a las puertas.