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París es el objetivo y no un objetivo cualquiera, hablamos de los Juegos Olímpicos, la competencia donde todos quieren estar y por ello, desde finales del venidero mes de mayo, el equipo femenino de voleibol de República Dominicana comenzará su andar por la Liga Naciones con la mirada puesta en la justa prevista a celebrarse en territorio galo en 2024.
Será así, desde el próximo 30 de de mayo, las Reinas del Caribe, actualmente ubicadas en el puesto número 9 del Ranking Mundial, arrancarán en su largo peregrinar que las mantendrá en competencia durante lo que resta del año.
El camino
Por un lado estará la Liga de Naciones, pero en julio, las caribeñas saltarán a la cancha durante los Juegos Centroamericanos pautados a efectuarse en San Salvador en busca de su sexta corona consecutiva en estas lides.
De igual modo, en agosto, las criollas intervendrán en el Torneo Norceca, previsto para efectuarse en San Juan, Puerto Rico y con posterioridad en Chile, las dirigidas por el brasileño Marcos Kwiek también pugnarán por mantener la hegemonía continental, tras la corona obtenida en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019.
Sin embargo, la gran prueba del combinado antillano estará en el Torneo Preolímpico previsto a desarrollarse en China entre el 16 y el 24 de septiembre.
El momento cumbre
En suelo asiático, las dominicanas competirán por uno de los dos boletos olímpicos en disputa en ese apartado, frente a las potentes escuadras de China y Serbia, además de Canadá, Países Bajos, República Checa, México y Ucrania.
Con el recuerdo bien fresco del último Mundial, efectuado en Polonia y Países Bajos, el grupo liderado por Brenda Castillo, Gaila González, Brayelin Martínez y Yonkaira Peña ve limitada sus opciones ante el empuje de chinas y serbias, ello sin obviar el nivel de canadienses y neerlandesas.
Vale resaltar como un elemento importante que para ese entonces, el número de partidos efectuados por las chicas de Kwiek, tanto en Liga de Naciones, como en Norceca y Centroamericanos, deben tener al equipo en una forma deportiva óptima, no obstante, el peso de jugadoras como Tijana Boskovic con Serbia y Zhu Ting con China, debe marcar la diferencia a favor de balcánicas y asiáticas.
No todo está perdido
De no clasificar, las posibilidades de las Reinas no acabarían en el Preolímpico, pues todavía restarían cinco plazas en disputa de las 12 rumbo a París y estas se otorgarían por los puestos que se ocupen en el escalafón del orbe al concluir la edición de la Liga de Naciones del 2024, tal como se devela en la página oficial de la Federación Internacional de la disciplina.
La posibilidad de estar en la capital francesa es real, pues además de la ventaja que otorga el calendario trazado, el nivel competitivo de las quisqueyanas las debe mantener en la élite y por ende ser dueñas de uno de esos 5 cupos restantes.
El sueño de estar por cuarta vez en Juegos Olímpicos ( 2004, 2012 y 2020) está vivo, de darle forma y concretarlo se encargarán las nuestras en el taraflex.