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De quedar en la fase de grupos en Barranquilla hace cinco años y ser últimos en aquellos Juegos Centroamericanos y del Caribe, el equipo dominicano de voleibol masculino discutirá el oro contra Cuba en la presente edición del magno evento regional que tiene por sede a San Salvador.
Ya lo decíamos con anterioridad, cuando se escriba la historia de Dominicana en esta justa, habrá que dedicarle un capítulo especial a la escuadra masculina del deporte de la malla alta, pues haciendo añicos todos los pronósticos, los quisqueyanos se han erigido en serios protagonistas del torneo, dejando en el camino a México, medallista de bronce en Barranquilla y hace unas horas a Puerto Rico, vigente monarca centroamericano.
Sin tener una liga sólida, enfrentando constantes problemas económicos y por ende organizativos, los voleibolistas criollos han sacado la casta y un proyecto que debía eclosionar en 2026, durante los XXV Juegos Centroamericanos, ya está recogiendo sus frutos y con los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile a la vuelta de la esquina, todo puede ser posible con nuestros muchachos.
De cara a la final
Pero volviendo a San Salvador y al duelo de turno frente a Cuba, el mismo que está pautado para arrancar a las 7:00 de la noche hora de Dominicana, de cara a este choque una realidad se impone…los de la Mayor de las Antillas son el equipo a vencer, pero más allá de los pronósticos, emergen matices que le pueden dar al suceso un cariz bien diferente.
En este punto, pudiéramos tomar como referente el juego entre ambos equipos en la fase de grupos…
Si bien Cuba ganó 3-1, las estadísticas nos muestran que la diferencia no fue tan abismal y el mismo resultado en los sets que se disputaron nos dan la medida de esto que hablamos.
El antecedente
En aquella jornada, tras casi dos horas de partido, la pizarra en el Palacio de los Deportes Carlos El Famoso develó parciales de 25-22, 23-25, 22-25 y 18-25.
Hubo paridad e incluso el mazazo psicológico por haber perdido ese tercer set dio al traste con lo ocurrido en el cuarto y hasta cierto punto en esos tramos se pudo haber definido todo.
Los cubanos dominaron en el ataque, 57 puntos por 49, también en bloqueo, 8 por 6 los dominicanos, sin embargo, los dominicanos mandaron en el servicio 3 -2 y en los errores no forzados hubo igualdad,30-30.
Expectativa
¿Qué lecturas hacer de esto?... pues que, de reducir los errores, potenciando el servicio y el bloqueo, sobre todo en los tramos finales de los sets, el grupo liderado por figuras de la talla de Henry Omar Tapia y Héctor Alexis Cruz, pueden sorprender al combinado cubano y darle el alegrón a la fanaticada.
Eso sí, es obligado precisar que el aspecto mental jugará un rol determinante en el cotejo, o sea, el equipo dominicano debe saltar al taraflex consciente de que se está peleando en una final…entonces ahí, cualquier cosa puede pasar.
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