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Ser un atleta profesional viene acompañado de prestigio y recompensas financieras, pero no siempre de satisfacción personal. Michael Porter Jr., una de las piezas clave de los Denver Nuggets, ha compartido recientemente su perspectiva sobre el impacto que el dinero ha tenido en su relación con el baloncesto. Durante una aparición en el podcast Off Guard, el alero confesó que su pasión por el deporte se ha visto afectada desde que se convirtió en su profesión.

“Hubiera jugado al baloncesto gratis si tuviera lo suficiente para mantenerme. Amo este deporte,” comentó Porter. “Pero el dinero a veces hace que sea más difícil disfrutarlo. Un contrato máximo trae consigo muchas expectativas, desde si deberías ser All-Star hasta lograr ciertas estadísticas.”

Porter, quien firmó un contrato máximo con los Nuggets en 2021, ha enfrentado un nivel de presión y críticas que van más allá de lo que imaginaba cuando era un joven soñador. Aunque no es necesariamente la principal estrella de Denver, su rol como jugador complementario a figuras como Nikola Jokic y Jamal Murray ha puesto bajo el foco su rendimiento y consistencia. La presión por cumplir con las expectativas asociadas a su salario y estatus ha sido un desafío constante para él.

A pesar de ello, Porter ha disfrutado de momentos importantes en su carrera, incluido el título de la NBA con los Nuggets en 2023. Con casi 80 millones de dólares ganados hasta la fecha y otros 115 millones asegurados en los próximos tres años, es innegable que el alero ha sido recompensado económicamente. Sin embargo, su lucha interna por equilibrar la pasión y la profesión refleja una realidad a menudo pasada por alto en el mundo del deporte profesional.

Porter también ha lidiado con múltiples lesiones a lo largo de su carrera, lo que ha aumentado la presión sobre su desempeño. Después de someterse a tres cirugías de espalda, su retorno a la cancha fue recibido con expectativas mixtas. Sin embargo, su papel en el éxito de los Nuggets, incluida su capacidad para anotar desde el perímetro y su mejora defensiva, ha demostrado que puede superar los desafíos, aunque la satisfacción personal sea a veces más esquiva que los logros profesionales.