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Sencillamente espectacular; así se puede catalogar la noche que tuvo Zion Williamson este miércoles en el triunfo de sus New Orleans Pelicans en un muy disputado encuentro en el que lograron superar 119-118 a los Minnesota Timberwolves, en donde el pívot ha tenido la mejor noche de joven carrera.
De por sí, no se puede ocultar la buena temporada que ha venido mostrando esta franquicia, curiosamente la de menor valor en la NBA según la reconocida revista Forbes, pero que ha conseguido ascender a la punta de la conferencia del oeste, siendo esta su cuarta victoria al hilo, igualado allí con los Denver Nuggets.
Pero lo más destacado de la noche, han sido los 43 puntos de Williamson, algo que por primera vez logra desde que es jugador profesional, en un encuentro en donde prácticamente todo le salió al oriundo de Carolina del Norte, hace ya 22 años.
Una actuación que ha superado cualquier otra brillante que había obtenido esta aún nueva figura del mejor baloncesto del mundo, demostrando que por algo fue el ganador del Draft del 2019, y que además ha superado ampliamente sus problemas físicos e incluso de índole familiar que amenazaron con truncar su enorme progreso.
Sin embargo, él mismo se ha encargado de disipar cualquier duda, con una noche grandiosa, destacando que de sus 43 puntos, 33 de ellos los anotó en la segunda mitad, pero si esto no fuera suficiente, fue el autor de los últimos 14 tantos de los Pelicans, en los minutos finales del compromiso ante los ‘Wolves‘.
Tal ha sido el impacto de esta faena, que luego del partido, el base D’Angelo Russell declaró de forma polémica, pero de forma muy sincera: “nosotros estábamos jugando al baloncesto, pero él (Williamson) juega al fútbol americano, no le podemos tocar“.
Y es que Williamson es otro de esta nueva camada de jugadores que está llamado a ser parte de una dinastía dentro de esta liga por muchos años, en conjunto con otras figuras nuevas como Ja Morant, Cade Cunninghan, y más reciente Paolo Banchero, y otros algo ya consagrados como Luka Doncic y Nikola Jokic.
Su reto personal más importante no solo iría dirigido hacia sus marcas individuales, sino que New Orleans de una vez por todas de el golpe en la mesa y pueda protagonizar una final en la conferencia del oeste, tal como hicieran en su momento el Oklahoma City Thunder, cuando tuvieron a Kevin Durant y Russell Westbrook.