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Era el plan B, la alternativa ideal, la luz en medio del caos, era todo eso y quizás más o puede que simplemente el hombre en el momento y el lugar indicado.  Era así, pero un mes después, al menos en este abril beisbolero, hay que hablar  de fiasco.

Como usted recordará, desde el mismo instante que los Yankees dieron a conocer que el dominicano Frankie Montas se había resentido de sus problemas en el hombro y estaría fuera una buena parte de la nueva temporada de Grandes Ligas; desde ese entonces, la mayoría de fanáticos y especialistas coincidieron en que Clarke Schmidt podía ser el elegido para solucionar el problema.

El perfil

Así, tres años después de su debut en la Gran Carpa, después de enseñar su mejor versión encima del box en el curso anterior, Schmidt tendría la gran oportunidad que tanto llevaba esperando.

El rol de abridor no era algo desconocido para él, pues como tal había fungido en momentos esporádicos y no lo había hecho mal, de igual modo, su rendimiento en 2022 le daba el plus necesario para poder aspirar a realizar un buen trabajo.

Los hechos

En 29 encuentros dejó forja de 5-5, con 56 ponches en 57,2 tramos y una efectividad de 3,12.

Al mismo tiempo y tal vez como aspecto más notable, Clarke Schmidt salvó dos juegos y durante toda la temporada se erigió como el relevista largo por excelencia de los Mulos.

Así llegó el día D, justo cuando ante los Gigantes de San Francisco subió a la lomita para debutar en este 2023 y si por momentos fue dominante, al final acabó siendo bateado.

El guion que nadie esperaba

Es el guion que hemos visto repetirse  en cada una de sus salidas y este viernes, en Arlington, contra los Vigilantes de Texas, Schmidt tocó fondo al permitir 5 carreras y tolerar 10 hits durante cinco tramos de labor.

Hablamos de un marcado desplome  y sus guarismos en general reflejan en toda la medida está condición, pues en  6 juegos, el serpentinero ha sumado 25 innings, con 32 ponches; ostentando una efectividad de 6,84, además de un whip de 1,68 y un feo registro de 0-3.

En este punto, la gente en el Bronx ruega por el regreso inmediato de Luis Severino y Carlos Rodón, en pos de calmar la situación y desechar la idea de que el plan con Clarke Schmidt ha sido un fracaso estrepitoso.