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Golden State Warriors ha entrado en una nueva etapa marcada por la cautela financiera y la apuesta por un proyecto más sostenible. En un movimiento que podría señalar el cierre de una era, la franquicia ha dejado salir a Klay Thompson y ha optado por no realizar grandes traspasos en busca de refuerzos estelares. Mike Dunleavy Jr., el general manager del equipo, ha sido claro al respecto: la ‘austeridad’ es la clave para el futuro inmediato de los Warriors.

Dunleavy explicó en una reciente entrevista que la franquicia ha decidido priorizar la disciplina financiera. “No tiene sentido apostar todo para estar ligeramente por encima de la media”, afirmó, subrayando que el equipo se encuentra en un momento crucial, dado el horizonte temporal que marca la carrera de Stephen Curry, quien recientemente firmó una extensión de un año y 62 millones de dólares. Aunque la renovación de Curry parece una excepción en medio de la política de austeridad, la organización ha decidido dar un paso atrás para reevaluar su enfoque.

Durante casi una década, los Warriors dominaron la NBA, con cinco finales y cuatro campeonatos entre 2015 y 2022. Sin embargo, la realidad actual es distinta. A pesar de tener a una de las mayores estrellas de la liga, el coste de mantener a la franquicia en la cima superaba los resultados recientes, lo que llevó a Dunleavy y su equipo a adoptar una postura más prudente.

A pesar de la salida de Thompson, Dunleavy se mostró optimista con respecto a las decisiones tomadas este verano. “Nos sentimos muy bien con el equipo en el sentido de que lo hemos mejorado. Creo que hicimos un buen trabajo este verano manteniendo la disciplina y construyendo una plantilla que puede crecer desde dentro”, comentó. Los Warriors confían en el desarrollo de sus jóvenes promesas como Jonathan Kuminga y Moses Moody, cuyas extensiones de contrato aún están pendientes a menos de un mes para la fecha límite.

Este cambio de rumbo marca una transición para Golden State, que busca mantener su competitividad sin caer en la trampa de la impaciencia, mientras se prepara para un futuro donde los días de gloria podrían estar detrás.