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Los Clippers se enfrentan a un escenario complicado en el mercado de la NBA tras la salida de Paul George y la incorporación de piezas como Derrick Jones Jr. Sin embargo, uno de los temas más delicados para la organización angelina es la situación de P.J. Tucker. El veterano alero, que llegó al equipo como parte del traspaso de James Harden, ha decidido ejecutar su opción de jugador por 11,5 millones de euros para la temporada 2024-25, una decisión que ha dejado a los Clippers con pocas opciones para maniobrar.

Durante la temporada pasada, Tucker tuvo un rol mínimo bajo la dirección de Tyronn Lue, y la organización había considerado seriamente deshacerse de él este verano. No obstante, la realidad del mercado ha mostrado que su valor comercial es tan bajo que cualquier intento de traspasarlo requeriría que los Clippers incluyeran algún otro activo de interés para atraer a posibles socios comerciales. Según informa Law Murray de The Athletic, la franquicia ha llegado a la conclusión de que Tucker continuará en el equipo, al menos por el momento.

Otra opción que los Clippers han explorado es la de cortar a Tucker, pero este camino tampoco parece ofrecer beneficios. Debido a que la organización ya ha utilizado su excepción bianual y gran parte de su excepción de nivel medio, despedir al alero no proporcionaría la flexibilidad financiera que se esperaba. Además, su salario podría ser útil más adelante en la temporada para equilibrar un posible traspaso, lo que convierte a Tucker en un recurso valioso para futuros movimientos.

En resumen, la situación de P.J. Tucker con los Clippers se mantendrá en un limbo a menos que se presente una oportunidad ventajosa para ambas partes. De lo contrario, el plan es mantenerlo en la plantilla hasta que su contrato expire sin realizar mayores movimientos. Esto también refleja la estrategia de los Clippers de mantener opciones abiertas mientras buscan construir un equipo competitivo, incluso ante la incertidumbre de cómo se desarrollará la próxima temporada sin Paul George.