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Tras sus recientes encuentros en LaLiga, con el Barcelona imponiéndose al Sevilla y el Real Madrid superando al Celta, el clásico del fútbol español ya está a la vuelta de la esquina. Aunque ambos equipos se encuentran muy cerca en la clasificación, su forma de juego y rendimiento en el campo parecen estar en puntos muy diferentes. Mientras que el Barcelona avanza con un estilo de juego claramente definido y una estrategia bien ejecutada, el Real Madrid continúa ajustando su esquema, en especial su defensa y la conexión entre sus líneas.

Barcelona: una máquina bien aceitada

El FC Barcelona de Hansi Flick se ha consolidado como uno de los equipos más dinámicos de Europa. Con una línea adelantada y una defensa que constantemente intenta dejar a los rivales en fuera de juego, el equipo ha mostrado una clara idea de juego basada en la verticalidad. Incluso con cambios en la alineación titular, los jugadores de medio campo como Pedri, Frenkie de Jong y Gavi mantienen la fluidez y conexión con los delanteros como Lewandowski, Raphinha y Lamine Yamal. Esta cohesión permite que el Barça juegue con una naturalidad que es la envidia de muchos equipos europeos.

Jesús Gallego destaca esta fluidez, afirmando que el Barcelona tiene muy claro el tipo de juego que quiere desarrollar: “Da igual quién esté en el campo, ya sea Pedri, De Jong o Fermín, siempre parece que todos saben exactamente cómo deben jugar, lo que les permite desplegar un fútbol fluido y atractivo”.

Real Madrid: ajustes necesarios en defensa y ataque

Por otro lado, el Real Madrid de Carlo Ancelotti, aunque imbatido en LaLiga, aún no ha logrado afinar del todo su sistema de juego. A pesar de tener una plantilla repleta de talento, el equipo merengue ha tenido dificultades para conectar a sus mediocampistas con los delanteros. La lesión de Jude Bellingham y la falta de alternativas creativas, como la de Brahim Díaz o Arda Güler, han afectado la fluidez en el ataque blanco, obligando a depender de momentos de genialidad de Luka Modric o Vinícius Jr.

Javier Herráez resalta la falta de compromiso defensivo en momentos críticos, como se evidenció en el partido ante el Celta: “Vinícius dejó de correr hacia atrás en una jugada clave, lo que pudo haber costado caro. El Madrid necesita un ajuste defensivo para poder competir mejor en El Clásico”.

Además, la ausencia de un reemplazo natural para Toni Kroos ha dejado al Madrid con problemas para generar juego desde el medio campo. Valverde, Tchouaméni y Camavinga, aunque sólidos en lo defensivo, no han mostrado la capacidad creativa necesaria para dar pases clave que marquen la diferencia en los partidos más complicados.

El Clásico: un duelo de estilos

Este próximo Clásico será una verdadera batalla táctica. Mientras que el Barcelona confía en su sistema bien trabajado, el Real Madrid deberá mejorar su organización defensiva y encontrar la manera de conectar mejor a sus mediocampistas con los delanteros si quiere competir al más alto nivel. A pesar de sus diferencias, ambos equipos tienen la capacidad de ganar, lo que promete un partido lleno de emoción y tensión.

Como concluye Santi Giménez: “El Madrid puede ganar al Barça perfectamente, pero tiene que mejorar mucho. En cambio, el Barça, jugando como hasta ahora, tiene muchas más probabilidades de imponerse”.

El Clásico siempre es impredecible, y este no será la excepción. Las dudas tácticas del Madrid y la claridad en el juego del Barcelona se enfrentarán en un duelo que podría definir el curso de LaLiga.