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La historia entre Dwight Howard y los Los Angeles Lakers es compleja, llena de altibajos y cambios de rumbo inesperados. En 2012, la llegada del entonces pívot estrella a los Lakers generó grandes expectativas junto a Kobe Bryant, pero el desenlace no fue el esperado. En una reciente entrevista en Gils Arena Show, Howard reveló que nunca quiso unirse a los Lakers tras su salida de Orlando Magic, lo que añade una nueva perspectiva a su turbulenta primera etapa en Los Ángeles.

“Quería ir a Brooklyn”, confesó Howard. “Nos acababan de vencer en las Finales, y mi deseo era superarlos. En mi mente estaba como ‘¿Por qué iría al equipo que nos acaba de derrotar?’ Quería comenzar de nuevo en Brooklyn, pero me enviaron a Los Ángeles. No fue una decisión inteligente, simplemente fue visceral”. Howard también reconoció que no había pensado detenidamente lo que significaba dejar a los Magic, la franquicia en la que había alcanzado el estrellato.

El pívot también fue sincero sobre su experiencia al jugar junto a Kobe Bryant, una situación que no resultó fácil debido a las enormes expectativas que los rodeaban. “Fue duro jugar con Kobe”, admitió. “Todo el mundo esperaba que fuésemos los nuevos Kobe y Shaq, pero yo no quería ir a los Lakers”.

A pesar de que su primera etapa en los Lakers no resultó como esperaba, el destino le brindaría una segunda oportunidad. Ocho años después, en 2020, Howard regresó a Los Ángeles y se convirtió en una pieza clave para el equipo, que conquistó el campeonato en la burbuja de Orlando bajo la dirección de LeBron James. Irónicamente, su versión veterana y con menor protagonismo resultó más efectiva para alcanzar el éxito que la del Howard estelar de 2012.

Con el paso del tiempo, Dwight Howard ha aprendido de sus decisiones y experiencias en la NBA, reconociendo que sus elecciones pasadas fueron impulsivas. Su carrera, marcada por grandes momentos y otros de adversidad, le ha dejado enseñanzas que ahora comparte abiertamente.